“Están poniendo en peligro sus vidas y la de sus seres queridos. También la economía del municipio”
Ahora la culpa es de los jóvenes. Mañana será del perro del vecino. La cuestión es que la octava entrega del drama por coronavirus arranca otra vez en la Trimilenaria.
Aumenta los contagios por coronavirus y la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, señala como culpables de este aumento de positivos a los jóvenes.
“Estamos en un escenario muy delicado. Más de ochenta contagios en las últimas 24 horas (más contagios que en Murcia). Las reuniones sociales son el principal foco”, señaló Arroyo mientras visitaba el puerto por la llegada del primero crucero internacional en 16 meses. Curioso la verdad…
La alcaldesa tiene claro los culpables; los jóvenes. “No se están cumpliendo los protocolos. Ni la distancias de seguridad. Tampoco las mascarillas. Están poniendo en juego su vida y la de sus seres queridos. También nos estamos jugando la economía de nuestro municipio”, afirmó.
La economía del municipio…también es bastante curioso la verdad, cuando ha dado luz verde al CATE (centro de atención temporal para inmigrantes) en una zona privilegiada de la Trimilenaria. Pero en fin, ese es otro tema que trataremos con detenimiento mientras siguen llegando ilegales a la ciudad.
Por todo ello, Arroyo anunció que los jóvenes cartageneros ya pueden solicitar la primera dosis de la vacuna ‘milagrosa’ a partir del jueves 15 de julio.
Está previsto que el próximo lunes se comiencen a inocular las primeras vacunas a la población de este grupo de edad en el municipio. La vacunación para los jóvenes entre 20 y 30 años se llevará a cabo en La Rambla (centro comercial).
Los lunes y martes por la mañana, y miércoles y jueves por la tarde serán las franjas específicas donde se vacunará a los jóvenes de Cartagena. La cita podrá solicitarse a través del servicio de cita previa del portal del Servicio Murciano de Salud.
Mientras tanto, la alcaldesa se ha comprometido a reforzar con más agentes de la autoridad las zonas conflictivas de La Manga y Cartagena, donde se llevan a cabo botellones día sí día también. A buenas horas la verdad. Como siempre, tarde y mal.