Las heridas causadas son incompatibles con la vida y ahora todo depende de la familia del teniente coronel
Una auténtica tragedia que se veía venir. El teniente coronel Pedro Alfonso Casado, de 50 años, jefe de la Unidad Especial de Intervención (UEI) de la Guardia Civil, sufrió heridas irreversibles en el tiroteo de Valladolid. Heridas incompatibles con la vida, según a adelantado ABC.
El disparo que le atravesó el caso mientras negociaba la entrega de ‘El Chiqui’ en Valladolid ha sido a la postre letal. Fue operado de urgencia pero, por desgracia, los médicos no han podido hacer nada por ‘estabilizar’ al guardia civil. La decisión depende ahora de la familia de Pedro Alfonso Casado.
Un ‘trabajador’ digno de admirar, señalaron varios compañeros. Un agente con 22 años de profesión a su espalda y con varios logros que demostraban su valentía y dedicación. Un guardia civil al que le quemaba el despacho. Un hombre de acción y honor que ha visto truncada su vida por servir a su país y a sus ciudadanos.
Como bien informa el diario ABC, Salió de la Academia de Zaragoza en 1998, al año siguiente entró en el GAR (los exigentes Grupos de Acción Rural, élite pura) y un año después aterrizó en el que es aún su destino: la UEI, la Unidad Especial de Intervención, más élite, o a la par.
Por último, destacar que, antes de ‘montar’ el desgraciado incidente de Valladolid, este teniente coronel fue uno de los responsables de la seguridad desplegada por la cumbre de la OTAN.
