jueves, noviembre 21, 2024

Trabajadores del hospital Virgen de la Caridad y policía, enfrentados por culpa del ‘trato’ de los ilegales puestos en cuarentena

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Sanitarios, atemorizados por el comportamiento de los inmigrantes, pero que salen en su defensa cuando las autoridades tratan de imponer orden

El hospital Virgen de la Caridad tiene un gran problema con los inmigrantes ilegales infectados que guardan cuarentena por coronavirus. Bueno, en verdad tiene dos frentes abiertos; inmigrantes y policía.

Hace unas semanas se desató una fuerte polémica por una publicación de cuartaedicion.com en la que se denunciaba graves altercados en el Virgen de la Caridad a consecuencia de la ‘actitud’ de los ilegales que llegaron en patera contagiados por coronavirus.

Fuentes policiales informaron en su día que la actitud de los ilegales era muy agresiva. Que hubo varios intentos de motín y que la seguridad de policías, pacientes y trabajadores del establecimiento corría serio peligro.

Tras la publicación, responsables del centro hospitalario se pusieron en contacto con el periódico para desmentir dicha información. Amablemente, invitaron a un redactor del medio al establecimiento para que comprobase de primera mano cuál era la situación con los inmigrantes.

Planta por planta, fueron indicando a cuartaedicion.com el protocolo a seguir, al tiempo que afirmaban que la situación con los ‘refugiados’ era cordial y que no había problemas que reseñar.

Pues bien, agentes de la Policía Nacional, que trabajan allí a diario custodiando a los inmigrantes, dos agentes en tres turnos (lo que quita un zeta en cada turno de servicio en Cartagena), aseguran que la situación para nada es buena con los ilegales.

Han pasado semanas y destacan que los ‘pobreticos y educados’ ilegales son un serio problema para la seguridad del hospital.

Afirman, siempre según fuentes policiales, que las amenazas y golpes son continuos. Han roto material del centro hospitalario, como puertas, pestillos…

Sus exigencias no tienen límite y si no se cumplen al momento (WIFI, móviles…), suelen ponerse muy agresivos, dando golpes y amenazando con auto-lesionarse.

Con la comida, más de lo mismo. No quieren la comida del hospital y advierten de ponerse en huelga de hambre si no se les trae lo que ellos quieren (ya pasó en Escombreras y acabaron con pizzas y kebab por doquier, generando un gasto muy alto y del que todavía no sabemos quién se hizo cargo, pero pueden hacerse una idea…). Comida a la carta vamos.

No obstante, Virgen de la Caridad niega rotundamente los incidentes con la comida, señalando que todos, españoles y extranjeros, comen lo mismo; menús cerrados bajo en sal, etcétera. Sin distinciones.

El trato con el personal, según la policía, es lamentable (desde Virgen de la Caridad dicen que es muy correcto). Según las autoridades, tienen atemorizadas a las auxiliares. Las tratan con desprecio y a patadas.

Pero ojo, en el momento que la policía quiere intervenir para sofocar los ánimos caldeados, siempre aparece el ‘bueno’ de turno poniéndose en medio y dejando a la policía en muy mal lugar. Así son la gran mayoría de españoles…

En este aspecto, el centro médico vuelve a destacar que es mentira todo. Jamás pondrían en riesgo al personal y no querrían tener pacientes problemáticos bajo ningún concepto, por lo que la situación en estos momentos es del todo correcta.

Pero aún hay más. Según informan al periódico, algunos de los inmigrantes allí confinados se dedican a escupir por las ventanas, intentando, a su manera, contagiar en le caso de que sigan siendo positivos en coronavirus.

En definitiva, los ánimos están más que caldeados en el hospital Virgen de la Caridad. Siempre según la versión de la policía, ya que trabajadores del establecimiento aseguran que todo va como la seda.

Queda claro que algo no cuadra.

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