Faltan policías y sobre todo RESPONSABLES que asuman el mando, que cobran como un jefe pero no mueven un dedo
La Comisaría de Cartagena es un caos desde hace tiempo ya en lo que se refiere a organización. El coronavirus, la llegada masiva de pateras y la nefasta gestión de los saca-barrigas ha hecho que la situación esté a punto de explotar.
Los sindicatos vienen advirtiendo desde hace mucho tiempo el problema con la llegada masiva de pateras. No era flor de un día. Se veía venir y no se ha hecho nada al respecto.
Hace ya cuatro años se señaló de la necesidad de prever con antelación pero la respuesta obtenida del comisario al mando era siempre la misma; evasivas o simplemente que no se podía organizar nada por lo extraordinario de la situación.
A ver, no decimos que se solucione al momento, pero lo de las pateras es algo sabido de antaño ya y si no hay planes previstos, apaga y vámonos. En fin, seguimos.
Lógicamente, no se sabe a ciencia cierta el número de ilegales que van a venir, pero se conoce perfectamente que van a venir muchísimas pateras.
¿Saben qué ha hecho el comisario? NADA.
Escaso personal. Caos absoluto y la ciudad con poca seguridad por culpa de esta nefasta gestión ante un problema tan grave y sabido de antemano como es la llegada de pateras día sí y día también.
Podría haber empezado a solicitar comisiones de servicio para Cartagena en esos meses. Insistir en aumentar el número de efectivos de UPR para tener una unidad con más policías. Presionar con la necesidad del CATE (Centro de atención Temporal de Extranjeros). Pero, nada. Cero importancia. Y llegaron los problemas. Un campamento lamentable en Escombreras y una residencia para que se escapen en el Cenajo.
Luego, que no se quejen si los medios de comunicación y los ciudadanos en general le dan cera. Es lógico cuando uno no hace su trabajo como es debido y pone en serio peligro el bienestar de toda una ciudad. Por cierto, este mensaje va para todos esos políticos que tenemos llenándose los bolsillos sin hacer nada al respecto y también para los jefes al mando que tienen a sus trabajadores al borde de la exasperación.
El día a día, más de lo mismo
Por lo que respecta al día a día, es muy habitual que no haya un coordinador de servicio (por catalogo de puesto de trabajo debería ser un Inspector aunque puede cubrirse con subinspectores) en determinadas franjas horarias y días (tardes, fines de semana o festivos), esto significa que al mando de la comisaria, o como responsable, se quede un policía o un oficial de policía de la escala básica.
Lo que le estamos contando sucedió hace poco. Para hacer frente a la última oleada de pateras (con más de 400 inmigrantes), sólo había 8 policías. Y ni un solo mando. ¿Dónde estaban?
Se fueron incorporando policías a lo largo de la tarde-noche para reforzar el servicio, pero no fue hasta las ocho ocho de la tarde que se personó un responsable. Y lo hizo por la presión ejercida de un sindicato. Se llamó directamente al UCOT (director de operaciones regional) el cual, hecho un demonio llamó a comisaría para ver que ocurría y que se presentase un coordinador de manera urgente.
Continuamos…
Para cubrir los servicios, sean de DNI, NIES, patrullar o custodias en hospitales, se cambia de un día para otro el turno a los policías, sin atender a las diferentes normativas internas de jornada laboral y conciliación familiar. Siempre, claro, que se trate de la escala básica (policías y oficiales de policía) porque la escala ejecutiva (Inspectores e inspectores jefes), esos son INTOCABLES. Viven como marqueses y no se les cambia un servicio a no ser que sea por deseo expreso de los señalados.
En medio de todo esto, está la escala de subinspección (subinspectores), a los que se revienta a responsabilidades y servicios. Ya que además de desarrollar su jornada en su puesto de trabajo, se les obliga a realizar funciones de coordinadores de servicio. Se les ha creado un turno para trabajar los domingos (sin remuneración económica, se les dan días libres) y así cubrir domingos y festivos, sin tener que “molestar” a la escala ejecutiva.
Tampoco se les suele tener en cuenta para realizar servicios extraordinarios remunerados, si bien pueden hacerlos al igual que cualquier otro policía.
La tasa de reposición es menor de lo deseada (un nueva alta por diez jubilaciones en los últimos diez años), pero eso no quita para que en momentos de alarma la plantilla se refuerce con comisiones de servicio, atribuciones temporales…
Almería puede, Algeciras puede, Málaga puede…¿por qué Cartagena es siempre la última mierda?
Vamos a culpar a nuestros políticos lógicamente, pero también a los sucesivos comisarios, que no han hecho nada para mejorar una plantilla que ve año tras año como cae en picado.
Mientras tanto, los policías de la escala básica hacen su trabajo y el que no les corresponde para que otros cobren sin mover un dedo.
La improvisación es el día a día en un cuerpo con 340 policías entre mandos y ‘obreros’. Cero responsables, cuando supuestamente deberían ser muchos.
Lógicamente, esta deficiencia se refleja en el servicio al ciudadano: Atasco de en la expedición de DNI o NIE, teniendo que tirar de policías de prácticas para tapar agujeros.
La Trimilenaria paga las consecuencias
Pocos efectivos, más delincuencia, más robos en domicilios…Escasa seguridad por la falta de efectivos y planificación.
Circular de la DGP de 18 de diciembre de 2015, sobre Jornada Laboral, dice que :
Planificación de los servicios, “salvo casos excepcionales, los cuadrantes de los servicios serán publicados en los tablones oficiales de las dependencias, así como en la Intranet o mediante otra herramienta informática, debiendo estar disponibles con la anticipación necesaria para permitir la conciliación de la vida personal y familiar. Con carácter general, la planificación será mensual y se comunicará como mínimo con 10 días de antelación…
Queridos lectores, esto en Cartagena es una leyenda urbana…