sábado, noviembre 9, 2024

Madoff y el clan Botín: Relato de la complicidad en la mayor estafa financiera de la historia (tercera entrega)

publicidad

Pordría interesarte...

Los acuerdos para evitar investigaciones de las relaciones de los Botín con el fraude

En nuestras dos anteriores entregas hemos puesto al descubierto la relación del Santander, su gestora de fondos suiza Optimal y el clan Botín a través de la boutique de inversiones de Javier Botín y el marido de Ana Botín, Guillermo Morenés Mariátegui, M&B Capital Advisers (M&B) y sus fondos LIF-USEP y Landmark, con el mayor fraude financiero de la historia. Para que conozcan a los protagonistas de esta sórdida estafa hemos realizado un montaje fotográfico, que ilustra este artículo, en el que aparecen de izquierda a derecha: Guillermo Morenés, Francisco Javier Botín, Bernard L. Madoff, Manuel Echeverría y Ana Patricia Botín.

Hemos desvelado tanto la demanda interpuesta en los tribunales de Nueva York contra los Botín por el administrador judicial de Bernard L Madoff Investmente Securities LLC (BLMIS), como las demandas colectivas “class action” interpuestas en tribunales de Nueva York, Florida y Ginebra (Suiza) por los afectados de la estafa (casos Rembaum, Serol Holding Corp., Inversiones Mar Octava, Berlamont, etc.) contra Optimal y su máximo dirigente Manuel Echeverría Falla.

También hemos mencionado los acuerdos alcanzados por el Santander y los Botín para evitar indagaciones que pusieran de manifiesto las pruebas sobre la intervención directa de miembros del clan Botín en la mega estafa de Madoff (65.000 millones de dólares) y los informes de sus empleados, Karine Paganini-Courvoisier (2002), Hugh Burnaby Atkins (2004) y Rajiv Jaitly (2006), que les advirtieron, sucesivamente desde el año 2002 al 2008, de que el entramado de Bernard Madoff no era más que una estafa piramidal, advertencias que no descubrían nada nuevo porque el máximo dirigente del entramado del Santander, Manuel Echeverría, era conocedor del timo desde su inicio.

En esta tercera entrega, nos vamos a centrar en los acuerdos alcanzados con el administrador judicial y liquidador de BLMIS, Irving H. Picard, que firmaron el Santander y el clan Botín en 2009 y 2020 para evitar investigaciones más a fondo en las que pudiera quedar en evidencia la directa vinculación de los Botín con el fraude, a sabiendas de que era un timo piramidal. Nos referiremos también a la oposición de los propios afectados al acuerdo alcanzado por la gestora de fondos del Santander con Irving Picard que perjudicaba los intereses de los afectados de Optimal.

Para seguir el relato más fácilmente, les recomendamos que se pongan en antecedentes leyendo antes las dos primeras entregas que publicamos en cuartaedicion.com y que tienen a su entera disposición en nuestra web.

El primer acuerdo que alcanzó el administrador judicial y liquidador de BLMIS, Picard, fue con la gestora de fondos del Santander, Optimal Multiadvisors, con sedes en Ginebra (Suiza), Nassau (Bahamas) y Miami (EEUU). Aquel acuerdo se culminó en mayo de 2009, sólo cinco meses después de la intervención de BLMIS y detención de Madoff en diciembre de2008 y poco más de un mes después de que se presentase la solicitud de quiebra el 13-4-09.

Un acuerdo demasiado rápido y sin demandas

Lo sorprendente del acuerdo no es que se adoptase el mismo, sino que se alcanzase tan rápido y sin necesidad siquiera de que Picard entablase, a través de los abogados del despacho Baker & Hostetler LLP -encargados de asesorar y asistir a Picard-, ninguna demanda contra el Banco Santander y su gestora Optimal. No pasen por alto que estos acuerdos llevan un proceso de negociación que suele ser prolongado por lo que la rapidez del acuerdo es un claro indicio del temor del Santander a cualquier demanda ante los tribunales americanos, no tan vicarios, vasallos, serviles y complacientes con la entidad cántabra como los españoles.

Esto demostraría que el banco cántabro y los Botín estaban desaforadamente interesados en que no se llevase a cabo ninguna investigación a fondo a través de un procedimiento judicial. El Santander y el clan Botín tienen auténtico pavor a que una investigación judicial deje al descubierto su vinculación con la estafa piramidal a través de su relación directa con el amigo de Bernie Madoff, Manuel Echeverría, máximo responsable de la gestora del Santander, Optimal Investment Services SA, y directamente vinculado con las sociedades Optimal Multiadvisors Ltd, Optimal Multiadvisors Ireland Public Ltd Company, Optimal Investment Management Ltd, Optimal Arbitrage Ltd, M&B Capital Advisers Sociedad de Valores SA, M&B Capital Advisers Holding SA, M&B Capital PLC, M&B Capital Advisers Gestion SGIIC SA, JB Capital Markets Sociedad de Valores SA, Alternative Advantage PLC, y los “feeder funds” (fondos proveedores o cebadores de BLMIS) Optimal Strategic US Equity (Optimal SUS), Optimal Strategic US Equity Ireland US Dollar Fund, Optimal Strategic US Equity Ireland Euro Fund, Optimal Arbitrage, Optimal Arbitrage Ireland US Dollar Fund, Optimal Arbitrage Ireland Euro Fund, Luxembourg Investment Fund US Equity Plus (LIF-USEP), Landmark Investment Fund Ireland (Landmark), etc.

Resulta evidente, incluso para el lector más despistado, que el Banco Santander y el clan Botín tenían montado un enorme entramado de sociedades, entidades subsidiarias, fondos, sub-fondos, etc. que se extendía desde Ginebra a Nueva York, pasando por Madrid, Londres, Dublín, Nassau y Miami, con la única finalidad de captar fondos de sus clientes y colocarlos en lo que sabían, por diferentes informaciones de sus empleados y terceras entidades como UBS, que era un grosero engaño piramidal; pero no les importaba porque les reportaba pingues beneficios y para hacerse con un pedazo del pastel crearon, sin ningún tipo de reparo ni ética profesional, fondos, como LIF-USEP y Landmark, que exclusivamente y sin escrúpulos invertían en BLMIS, más de 1.000 millones de dólares, a sabiendas del timo financiero más burdo: la estafa piramidal. El entramado estaba tan pergeñado que existían fondos diferenciados dependiendo de la divisa en la que se efectuase la “inversión”.

El acuerdo de 26-5-09 consistió en el pago por parte del Santander de más de 235 millones de dólares, con la contraprestación por parte del liquidador de BLMIS de renunciar a ejercitar acciones judiciales contra Optimal, el Santander, y sus respectivas sociedades vinculadas, sus administradores, agentes y empleados; otra muestra más del temor de los Botín a una investigación de la Justicia americana.

Un acuerdo ventajoso para el Santander

El acuerdo era sumamente ventajoso para el Santander porque con el pago de solamente 235 millones se libraba de toda responsabilidad, tras haber colocado más de 3.200 millones de su clientes en el fraude de BLMIS, y evitaba una investigación judicial en Estados Unidos que pondría en evidencia la directa participación del Santander y el clan Botín en la mayor estafa financiera de la historia. Resulta obvio manifestar que si el Santander no hubiese tenido ninguna responsabilidad en el fraude no hubiese nunca claudicado al pago de 235 millones y mucho menos sin siquiera haber sido demandado. De hecho ninguna otra entidad, de las que colocaron el dinero de sus clientes en Madoff (65.000 millones de dólares), firmó ningún acuerdo con el administrador judicial de BLMIS sin haber sido previamente demandada.

El acuerdo parecía una medalla que podía colgarse el administrador y liquidador de BLMIS, Picard, porque, en menos de seis meses desde la intervención, había conseguido un acuerdo y recuperado 235 millones, sin necesidad siquiera de presentar reclamación judicial alguna.

Sin embargo, los afectados por el timo piramidal, que habían invertido a través de la gestora del Santander Optimal, y de su entramado de sociedades subsidiarias y fondos, no fueron nunca informados de las negociaciones, que fueron llevadas a cabo en secreto, ni del acuerdo alcanzado con Picard, acuerdo al que nunca dieron su aprobación.

Muchos de los afectados, una vez que conocieron el acuerdo, entablaron acciones judiciales colectivas contra el Santander y sus sociedades y fondos, considerando el pacto perjudicial para sus intereses y así lo expresaron en sus demandas, como la colectiva presentada en el caso Inversiones Mar Octava ante el Tribunal del Distrito Sur de Florida (caso 09-20215) en la que se vierten acusaciones muy graves de ocultación de información por parte de Optimal a sus clientes incluso después de la intervención de BLMIS y detención de Madoff.

Entre esas acusaciones, se imputa a los fondos del Santander de ocultar, tras la intervención de BLMIS, el saldo disponible en sus cuentas para poder negociar ventajosos acuerdos para Optimal y perjudiciales para sus clientes afectados, con quitas derivadas de la falsa información de haber perdido todo el dinero, cuando en realidad disponían de un saldo en cuenta de más de 150 millones de dólares.

La conclusión que obtuvieron los afectados demandantes es que el Santander obligó a Optimal Multiadvisors a llegar a un acuerdo con el liquidador de BLMIS, al que se pagaron los 235 millones, con dinero de los afectados, para proteger su propia responsabilidad y evitar una demanda por irregularidades y así impedir la divulgación de información incriminatoria.

Demasiados acuerdos

Pero como hemos adelantado, ese no es el único acuerdo al que se vieron obligados a firmar el clan Botín con el administrador judicial y liquidador de BLMIS, ya que el pasado mes de noviembre de 2020 se llegó a un acuerdo, en el seno del procedimiento 10-05311 del Tribunal de Quiebras para el Distrito Sur de Nueva York, derivado de la demanda interpuesta el 7-12-10 por Picard contra Guillermo Morenés, Javier Botín, M&B Capital Advisers, JB Capital Markets y sus fondos LIF-USEP y Landmark, en la que se les acusaba de haberse aprovechado y favorecido el engaño piramidal de Madoff con conocimiento del fraude financiero que representaba.

El procedimiento se ha prolongado durante 10 años en los que los abogados de Javier Botín, Guillermo Morenés y sus empresas M&B Capital Advisers y otros demandados, presentaron diferentes escritos en los que manifestaban que los tribunales de los Estados Unidos no eran competentes habida cuenta que las entidades demandadas estaban radicadas en Suiza, las Bahamas o Irlanda, pese a que el Santander ya tenía entonces sedes en Estados Unidos, tanto en Nueva York como en Miami, a través de las que captaron millones de dólares para la superchería de BLMIS. El acuerdo habría sido provocado porque el pasado 25-2-20 el tribunal neoyorquino acordó librar una comisión rogatoria al Tribunal Superior de Irlanda para que la empresa irlandesa AA Alternative Advantage Investment PLC -propiedad de Javier Botín y Guillermo Morenés- facilitase información sobre las conexiones de los propietarios de Alternative Advantage y Landmark con Echeverría y M&B Capital Advisers -es decir Javier Botín y Guillermo Morenés el esposo de la hoy presidenta del Santander, Ana Patricia Botín- y sus relaciones con el fondo LIF-USEP que habría colocado más de 900 millones de dólares en la añagaza piramidal.

El procedimiento finalizó con el acuerdo aprobado en noviembre de 2020 en el que la entidad irlandesa, propiedad de los Botín, accedió a pagar 3 millones de dólares al liquidador de BLMIS para que no se llevase a efecto la comisión rogatoria y no se revelasen las relaciones entre el clan Botín, Echeverría y los fondos LIF-USEP y Landmark con el timo de Madoff.

También podríamos mencionar el caso Berlamont en el que, tras diferentes vicisitudes en tribunales americanos y suizos, se dictó la sentencia 6B 857/2017 en abril de 2018 por la Sala Penal del Tribunal Federal suizo que ordenó encausar a Manuel Echeverría por estafa. Desde entonces no se han tenido noticias de la reapertura del juicio contra Echeverría lo que hace presumir que el clan Botín alcanzó un acuerdo con Frank Berlamont para que no continuase las actuaciones por estafa y no se descubriesen, en un posible juicio contra Echeverría, todos las vinculaciones del clan Botín con el mayor engaño financiero de la historia que implicaría además de a Echeverría a Javier Botín, Ana P Botín y su marido Willy Morenés. Recuerden que el matrimonio Morenés Botín visitarían juntos a Madoff en sus oficinas en dos ocasiones: la primera justo antes de crear el fondo Landmark para invertir exclusivamente en BLIMS y la segunda en 2008 antes de su intervención, habiendo además tomado partido Ana Botín por Bernie Madoff en al menos una reunión del comité ejecutivo del Banco Santander, intervención que habría sido agradecida por Manuel Echeverría.

El clan Botín y el mega fraude financiero, descubierto por cuartaedicion.com

Aunque pueda parecerles mentira, en estas tres entregas hemos descubierto muchos hechos, que no ha contado antes ningún medio en España, y que vinculan al clan Botín de lleno en el mega fraude financiero, pero aún quedan más cosas que contarles con detalle como las visitas de Ana Patricia Botín a Madoff y las inversiones de la familia Botín de más de 27 millones de dólares en la estafa piramidal cobrando su beneficio de sus clientes “pardillos” a los que convencían para invertir en Madoff siendo conscientes del timo piramidal por los informes de sus empleados, o cómo se crearon los fondos LIF-USEP y Landmark por el clan Botín con el único propósito, falto de ética, de lucrarse colocando dinero en el timo de BLMIS y culminaremos, poniendo la guinda al pastel, contándoles el papel protagonista desempeñado por Ana Botín en el fraude, que suponemos ya todos ustedes han podido intuir a lo largo de estas tres primeras entregas. Sigan leyendo las siguientes que prometen ser jugosas, y si todavía no han leído las dos anteriores no se las pierdan, están a su disposición en nuestra web de cuartaedicion.com; y siempre juzguen ustedes mismos y emitan su propio veredicto.

Si quieres puedes invitarnos a un café y así ayudarnos a mantener el periódico aquí:

Últimos artículos

publicidad