Artículo de opinión de Carlos León Roch
Durante muchos años, las quinielas “Deportivo Benéficas” fue una actividad lúdica y ”semi deportiva” de millones de españoles, que esperábamos al anochecer de los domingos para comprobar si habíamos acertado…”los catorce” …o las consolaciones. La mayor parte de la enorme recaudación era repartida entre los acertantes…Pero hubo un momento de inflexión a la baja: cuando los jugadores de fútbol , protagonistas, pero partícipes pasivos reclamaron aumentar su participación en la ”olla grande”. No se entra a valorar la justificación de aquella reclamación, pero el resultado fue que, al aumentar el porcentaje que se retiene de los premios ,fue disminuyendo el interés de los jugadores, y por ende ,el volumen total de la recaudación, llegando a languidecer en la actualidad lo que había sido “una mina de oro”…
Y los loteros, tras la gran fiesta del sorteo navideño, amenazan con cerrar sus establecimientos, aduciendo que sus retribuciones están “congeladas” desde hace muchos años. Se refieren a que solo perciben el 4% de cada billete.
¡Naturalmente! Todos los porcentajes, los “tantos por ciento” de todas las actividades que se desarrollan en la actividad económica están “congelados” casi siempre… Lo que no lo están son los ingresos totales, que van en relación a las ventas. Ventas realizadas en un ámbito comercial protegido y ajeno a la libre competencia o a la libertad de instalación. Así, en el sorteo de Navidad de este año 2.021 se han vendido unos 3.200.000 millones de €, en las 11.000 loterías que hay en España, las cuales han recibido, -por ese 4%- unos 1.200.000. millones.
Superada la crisis de ventas de 2020, por la pandemia, este año se han recuperado las cifras previas.
Si, el 4% permanece ( como en todo) invariables. No así las ganancias.
Que no le pase a las Loterías como ocurrió con la Quiniela…
