Las víctimas quieren que permanezca vivo
La letra pequeña que implica la barbarie de la eutanasia. El ex vigilante de seguridad que disparó contra sus compañeros en Tarragona porque no había cobrado el finiquito sigue encarcelado.
Pero ahora ha pedido la eutanasia. Desea morir. Durante la trifulca fue alcanzado por disparos de los Mossos. Disparos que le causaron una lesión medular que no tiene cura. Un castigo ‘divino’ por sus actos.
Ahora desea la muerte, la eutanasia, pero sus víctimas quieren que permanezca vivo. Cuatro personas más resultaron heridas por sus actos (un agente y tres vigilantes).
El proceso judicial ya está en marcha y, lógicamente, la acusación particular de las víctimas ha exigido que no se deje morir a este individuo. Si muere, no se podría celebrar el juicio y las víctimas no podrían ser compensadas en el derecho a que se juzgue en el acto.
Este ex vigilante está acusado de homicidio, atentado contra la autoridad y tenencia ilícita de armas.