Los residentes recogen firmas para que el Gobierno local adecúe un parking en la zona alta de la playa
Nota de prensa del Partido Cantonal.
Caos circulatorio y de estacionamiento en una de las playas más cercanas a la ciudad. Los habitantes de El Portús han colmado ya su paciencia. La Asociación de Vecinos recoge firmas para que el Ayuntamiento de Cartagena acondicione un aparcamiento “decente”, según recoge de forma expresa el propio escrito, en la parte alta de la población que descongestione la avalancha de coches a ambos lados de la calzada de acceso a la localidad. Los residentes temen una desgracia en cualquier momento ya que, ante cualquier emergencia, esta gran cantidad de vehículos obstruye la llegada de camiones de bomberos o ambulancias de UCI móviles, en especial en las horas coincidentes con el mediodía de máxima afluencia a la zona de baño.
Desde el propio colectivo vecinal informan al Partido Cantonal de Cartagena que cuentan ya con seiscientas firmas y que después de la recreación de la tradicional Jábega de mañana sábado alcanzarán al menos el millar de rúbricas. La Asociación de Vecinos de El Portús ha solicitado a los últimos equipos de Gobierno municipal la solución del problema mediante la adecuación de un parking disuasorio en la parte cercana a la montaña. Pero los últimos concejales de Infraestructuras como José López (MC), María Catasús (PP) y Diego Ortega (PP) han hecho caso omiso a la reclamación de los vecinos. Tampoco sirvió de nada la interlocución con el actual concejal de Seguridad Ciudadana y Vía Pública, Juan Pedro Torralba, que también fue titular de las competencias de Descentralización y Relaciones Vecinales durante la alcaldía de Ana Belén Castejón.
La hoja de firmas de la Asociación de Vecinos critica además que otras playas del municipio, que también presentan grados de protección medioambiental como Calblanque, reciben inversiones que aminoran las consecuencias de la gran cantidad de visitantes que llegan en verano. “Sin embargo, en el Portús no se gastan un euro desde hace años”, lamenta el texto que sirve de introducción a las centenares de rúbricas tanto de residentes como de veraneantes.
