El menor sufrió una torsión testicular pero la primera vez que fue a la clínica no se percataron. Pasaron hasta siete horas hasta que fue detectado el problema
Un centro médico de la Trimilenaria (su aseguradora) deberán abonar la friolera de 30.800 euros a un joven que perdió un testículo por una torsión en el mismo. Torsión que no fue detectada hasta siete horas después por la clínica y lo que produjo, supuestamente, que el menor perdiese el testículo.
Así de claro se recoge en la sentencia ya dictada por la Audiencia Provincial de Murcia que sí estima el recurso presentada por la madre de la víctima contra la de un juzgado de primera instancia que rechazó la demanda puesta en nombre del menor.
La madre informó que la torsión testicular le fue diagnosticada con siete horas de retraso y después de una primera visita a la clínica. Al parecer, habían indicios desde el primer momento de cuál podría ser el problema del joven y se hubiese resuelto sin mayores problemas.
Por desgracia, la detección del problema llegó siete horas tardes y tras una ecografía, por lo que se tuvo que extirpar el testículo.
Señala la sentencia que el médico que atendió al niño manifestó que la práctica de la ecografía no estaba especialmente indicada en la primera visita a Urgencias, dados los resultados de la exploración física que llevó a cabo.
El Tribunal, lógicamente, se pregunta que cómo es posible que no se diesen cuenta del problema desde el primer momento, a lo que responden que es posible que la torsión estuviese en el momento del primer reconocimiento en su fase de inicio.