El presunto agresor se defiende señalando que fue sexo consentido y que la ‘víctima’ simuló la agresión porque dos vecinas los vieron
Surrealista, pero cierto. Tal y como se lee en el relato de hechos probados, los jóvenes estuvieron de fiesta por Murcia y bebieron cantidades muy importantes de cerveza en varios bares (esto es reseñable porque ir ebrio le serviría luego al violador de atenuante, en la sentencia).
Una vez terminada la fiesta, dos de los chicos fueron a llevar a la supuesta víctima (20 años) su casa en una pedanía murciana. Uno de ellos (23 años) se bajó el auto y quiso acompañar a la joven hasta la misma puerta de su domicilio, momento que aprovechó para empujarla y llevarla a otro portón, donde supuestamente la golpeó y violó.
Más tarde, le robó el bolso donde la chica llevaba el móvil para que no pudiese alertar de lo sucedido. No obstante, los gritos de socorro de la chica alertaron a dos vecinas, que declararon en calidad de testigo.
Por cierto, no pregunten por la nacionalidad del supuesto agresor. La desconocemos. Pero, aunque la conociésemos, tampoco lo diríamos si se trata de los ‘protegidos’ de este Gobierno, ya que nuestras queridas redes sociales y de comunicación castiga a todo aquel que informa sobre…los ‘protegidos’. No obstante, recalcamos; desconocemos por completo la nacionalidad del supuesto agresor y del que se quedó en el coche (que por cierto no se ha dicho absolutamente nada en el informe) Dicho ésto…
El individuo fue detenido dos días después de la agresión sexual y mandado a prisión provisional, hasta que salió su juicio, donde la Audiencia Provincial de Murcia lo condenó a seis años y medio de cárcel por violación, teniendo en cuenta la atenuante de intoxicación etílica. Cuando salga del penal, tendrá prohibido acercarse a menos de 500 metros de su víctima durante cuatro años más. Y ha de indemnizar a la joven con 30.286 euros.
Curiosamente, ambos recurrieron ante el TS. Ella respecto a que pusiesen el consumo de bebidas alcohólicas como atenuante (pedía más dinero, hasta 80.000 euros). Respecto al individuo, afirma que el acto sexual fue consentido y que la chica simuló una violación cuando se percató de que dos vecinas los habían descubierto…juzguen ustedes mismos…
Por su parte, las dos testigos afirman que los gritos de la joven eran de dolor y no placer. Al mismo tiempo, escucharon golpes y peticiones de socorro. El presunto violador reconoció que le dio golpes a su víctima para que dejase de gritar y que todo fue debido a cuando ésta comenzó a simular que la estaban violando.
