Artículo de opinión de Elena Gonzalez
Desde octubre del año pasado ya se sabía de los problemas de China con el coronavirus. Tuvimos mucho tiempo de ventaja para prevenirnos toda esta pandemia que hoy en EUROPA ES UN HECHO.
Cualquiera en sus cabales, viendo la que se nos avecinaba desde Oriente, hubiera aislado EUROPA ENTERA de cualquier relación con China. Hubiéramos paralizado los AEROPUERTOS cuando teníamos esa oportunidad para coger el toro por los cuernos y extirpar el problema de raíz. Pero no, el supragobierno occidental nos ha puesto a todos en serio peligro y no han hecho las prevenciones correctas ni tan si quiera cuando ya lo teníamos en nuestros países. No es normal que se quieran cancelar las Fallas y al mismo tiempo dejar que se celebre la manifestación del 8M. No tiene coherencia alguna que a conveniencia del gobierno se celebre algo que está poniendo en riesgo a todo el mundo, de ahí que Irene Montero fuese vehículo de expansión del virus para personas como la talla de la reina Leticia. Por lo cual estamos evidenciando los intereses del Gobierno que están por encima de la salud pública.
Recuerdo cuando Fernando Simón afirmaba el primer día que salió en la televisión que España no iba a tener más allá de algún caso diagnosticado y que estaba todo controlado, tan controlado que hasta los dirigentes del gobierno están infectados. O sino que se lo digan a los más de doscientos muertos que ha habido en España en tan corto tiempo a causa y de la pandemia. Con tantos engaños sólo consiguen la desconfianza del pueblo una vez más.
Esto nos hace recordar años atrás como los anteriores gobernantes de España engañaban por televisión a sus oyentes diciendo: LA CRISIS NO EXISTE. ¿Por qué continuamente necesitan engañar a la gente como si fuera estúpida? Ya no sólo con sus falsas promesas para que les votemos. También en medio de pandemias son capaces de vernos la cara de estúpidos y si eres un periodista incómodo te asustarán creando leyes que te obliguen a callar si no quieres acabar arrestado. Así es como funciona la nueva casta. La dictadura más peligrosa del mundo, aquella que se hace pasar por libertad pero que actúa con gran severidad.
Sigo sin entender por qué han pretendido poner en riesgo a todas las mujeres que celebraron la manifestación del 8M. Al final la falta de criterio, coherencia, inteligencia y prevención acaban teniendo fuertes consecuencias para todo un país. Pues desde dicha manifestación las infecciones se han disparado. Por no decir que ahora esas personas que no tendrían por qué estar infectadas tienen que pasar por un proceso de aislamiento que si no se cumple, la multa máxima puede llegar a la friolera de 600.000 euros (que se aplique el cuento Pedro Sánchez y Pablo Iglesias). Pero el Gobierno, que es el primero en saltarse normativas básicas de un líder capaz y preventivo, no piensa indemnizar a todos esos españoles que hoy día están sufriendo las graves y perturbadoras consecuencias de su ineptitud frente a casos críticos como una pandemia. Es aquí cuando vemos la capacidad de estos representantes del país que no dan pie con bola. La inutilidad de estos gobernantes nos está costando un dineral tan escabroso que mañana nos acordaremos de ellos cuando tengamos que pasar más hambre que el hambre que pasan los partícipes del concurso de SUPERVIVIENTES.
