Celia Agulló, propietaria de la vivienda, ha recibido cientos de llamadas, pero en el momento que pide documentación las ‘sufridoras’ desaparecen
Un gran gesto solidario en pleno confinamiento con una respuesta que deja muchas preguntas delicadas en el aire.
Celia Agulló, de Cartagena, tenía una vivienda que alquilaba a estudiantes de Erasmus. Con la llegada del coronavirus, los jóvenes volvieron a sus hogares de origen y la casa quedó vacía. Celia no podía alquilarla y le daba lástima que estuviese cerrada con la necesidad que hay de un buen hogar para miles de personas, y más con la pandemia que sufre España.
Un día, viendo noticias en las redes sociales, una en particular le llamó la atención. Una en el que se mostraba el lado bueno y solidario de las personas y no lo dudó; tenía que ayudar, ya que el Gobierno poco hace, a facilitar la vida de los más perjudicados, al menos durante el confinamiento.
Según informan fuentes oficiales, el número de casos de violencia de género ha crecido alarmantemente durante el confinamiento. Así que, Celia pensó en ceder gratis la vivienda para mujeres que estuviesen sufriendo dicho calvario. “Si ya es difícil estar bien con los que quieres cuando estás todo el día encerrado, imagínate con alguien que te maltrata. No distingo entre mujeres y hombres maltratados. Se la ofrecería igual a un hombre si lo necesitase, pero creo la verdad que la mujer es más débil y pensé en ellas”, señaló a cuartaedicion.com
Puso un mensaje en su Facebook y para sorpresa de Celia, éste se hizo viral y recorrió España entera. “La verdad que no lo esperaba, pero claro, no especifiqué y me llamaron de infinidad de sitios. De Madrid sobre todo. Tuve que aclarar que el piso era en Cartagena”, comentó.
No obstante, las llamadas no cesaron y Celia se ilusionó con poder ayudar a una mujer necesitada, pero se llevó una sorpresa no muy grata.
“Me llamaron muchas, pero en el momento que les pedía la documentación (DNI) dejaban de interesarse e incluso me bloqueaban. No lo entiendo”, señaló Celia.
La verdad es que es bastante sorprendente. Esta mujer sólo pide la documentación (no exige la denuncia además) como medida legal y para asegurarse que la persona que entra, gratis, en su casa no vaya a ‘okupársela’ de mala manera, pero algo esconden las que llaman cuando dan portazo al asunto en el momento que se le solicita, como es normal, la documentación oportuna.
“Es sorprendente la verdad. Desconozco la situación de muchas. Sólo quiero ayudar. Lo de pedir el DNI es cuestión de protección del inmueble haciéndole un contrato de hospitalidad”, señaló.
También se interesaron en el piso muchas mujeres de naturaleza musulmana, pero desaparecían como fantasmas cuando Celia les exigía la documentación. “Muchas me han llamado y en el momento que les pido la identificación, cuelgan y ya no se nada más de ellas…supongo que tienen miedo a que se entere su agresor”.
Es curioso la verdad cómo personas que necesitan la casa son capaces de decir que NO poniendo en riesgo su salud. O tal vez temen más a que se les corte el ‘chollo’ de las subvenciones bien montadas a base de engaños. No todas claro está. Por desgracia, hay muchas mujeres que siguen sufriendo un auténtico calvario pero esas reciben menos ayudas y atenciones.
Celia trabaja con Asociaciones de Refugiados (Cáritas se interesó para una continuidad) desde hace mucho tiempo y no dan crédito a que la casa, en pleno confinamiento y gratis desde el 6 de abril, continúe vacía.
“También se interesaron una pareja de subsaharianos y otra que me decían que vivían debajo de un puente. Pero nada, desaparecen. No lo entiendo y ya es que no me fío de nada, y más con las nuevas medidas del Gobierno que dan tantas facilidades a la ‘okupación. Me siento protegida cuando están detrás asociaciones de ese tipo y no tanto individualmente por la ‘moda okupa’, que sino estuviéramos tan desprotegidos en ese sentido nos ayudaría mucho a poder ser más solidarios con quien realmente lo necesite”.
Para sanitarios desamparados por culpa de la nefasta gestión del Gobierno
Celia Agulló se ha visto sorprendida por la reacción de las ‘mujeres maltratadas’ pero quiere seguir ayudando y ahora ha pensado ceder la vivienda a sanitarios, héroes de esta pandemia y marginados por este Gobierno. Ojo, la casa sigue a disposición de cualquier mujer maltratada que lo necesite, pero como nadie se interesa de verdad…
“Cuando veo las pocas medidas de protección que tienen y encima las mascarillas defectuosas…es de vergüenza. Esa gente cuida de nosotros y han sido engañados por el Gobierno. Así que, ya que ellos no le prestan la ayuda necesaria, yo haré lo que pueda y aquí tienen mi casa gratis si necesitan aislarse por la cuarentena y proteger al mismo tiempo a su familia”, afirmó.
Celia facilitó un correo, pisoseguroct@gmail.com, para todo sanitario que quiera ponerse en contacto con ella en el caso de que necesitase el piso. Recuerden, la vivienda es gratis durante el confinamiento y todavía está vacía.
Por cierto TVE no para de llamar a Celia Agulló y lo único que les interesa es saber si ya hay alguien en la vivienda. Buscan contar la historia con el típico final feliz, evitando todo lo que hay detrás y es la cruda y falsa realidad claro está. Quieren la típica historia feliz para engañar a los españoles y tapar así todas las miserias de este Gobierno que los ‘compra’ a base de talonario.