La calle Núñez de Balboa de Madrid, un ejemplo a seguir por toda España
Ya no es cosa de cuatro pijos señor Sánchez, como dicen sus seguidores, es España en general la que quiere que el presidente socialista y su lamentable séquito abandonen las cómodas estancias de La Moncloa. ¿Por qué? porque, entre otras muchas cosas, su gestión ante la pandemia ha sido verdaderamente nefasta y los números que lo abalan no mienten.
Supuestamente, era cosa de ‘cuatro fachas con pasta’, pero va a ser que no. El movimiento, conocido ya como la revolución de las cacerolas, que se inició hace una semana en la calle madrileña de Núñez de Balboa, se extiende por toda la capital. Es más, se extiende ya por numerosas ciudades de España. Y el grito es unánime en todo el territorio español; “Sánchez dimisión y libertad para el pueblo”.
Ciudades como Sevilla, Salamanca, Santander, Granada…están llevando a cabo la iniciativa nacida en la ‘rica’ calle madrileña. Y lo hacen como es debido; medidas de seguridad y distanciamiento obligatorio entre cada persona como mínimo de dos metros. Mascarillas, guantes y todas con un color especial, el color que representa España y por el que están luchando todos estos ciudadanos, cansados ya de la ‘dictadura’ impuesta’ por el gobierno socialista, aprovechando un impuesto estado de alarma que ya excede más de lo normal y necesario y que sigue asfixiando a la sociedad para el beneficio de nuestros ‘queridos’ políticos que supuestamente nos lideran.
Y las medidas de seguridad se cumplen a rajatabla porque nadie quiere ser sancionado y que se acabe así con este movimiento que tanto daño está haciendo al máximo Ejecutivo. Se cumplen todas y cada una de las normas establecidas para la seguridad de los ciudadanos ante la pandemia. Nadie está parado. Banderas ondeando al cielo calle arriba calle abajo y un grito unánime que cada vez escuece más al presidente…España no te quiere…
Así que no se dejen engañar por los seguidores de Sánchez. La protección es la adecuada. Ya podían haber tomado ejemplo los ‘listos y listas’ de la manifestación del 8M (o los ‘papis y mamis’ que aprovecharon el inicio de la desescalada para hacer lo que les diese la real gana. Por no hablar de los jóvenes de hoy en día; más leer y menos redes sociales). Tal vez, España estaría ahora mucho mejor, y lo que es más importante, con menos muertos que enterrar y familias a las que consolar.
Por cierto, los miembros de la autoridad enviados por el Gobierno para ‘fastidiar’ la cacelorada, especialmente al punto de inicio, la calle Núñez de Balboa, aunque podemos hablar en términos generales a nivel nacional, no están por la labor. Cumplen con su obligación, pero hacen la vista gorda porque siguen al pueblo, más aún tras conocerse que vuestro presidente, no es el mío, quiere ampliar el estado de alarma, como mínimo, un mes. Ahí queda eso.
Un mes más de estado de alarma, como mínimo
Sí, han leído bien. Un mes más. Algo que ya se salta todo legal a todas luces. Un mes más de control, supuestamente con libertades, para hacer y deshacer a su antojo.
No obstante, parece ser que la oposición tomará ya cartas en el asunto. Demasiado han tardado. Casado ya ha dejado claro que su respuesta será NO y es de esperar que el resto de partidos políticos saquen algo de orgullo (sin mencionar a los que fueron fieles a sus principios hace ya tiempo, como Vox).
Hasta Ciudadanos, en boca de su líder Arrimadas, ha dejado claro que un mes es demasiado, al margen de que por Ley las prórrogas del estado de alarma se hacen cada quince días.
Hasta el partido ‘veleta’ y, siento decirlo así, se plantea seguir mostrando su apoyo a Sánchez y compañía, y eso que le están prometiendo cosas muy jugosas a la señora Arrimadas…¿tal vez el puesto de Ayuso?…ahí lo dejo.