Debaten entre el abstención y el No pero todos creen conveniente dar un plazo al Gobierno para “organizarse”
La pregunta es; ¿haría lo mismo el actual Gobierno si se encontrase en la oposición, o machacaría a los que ‘mandan’?
Todo hace indicar, a pesar de las amenazas estos dos últimos días de Pablo Casado, que el PP cederá mañana a las exigencias de Sánchez y habrá, otra vez, prórroga del estado de alarma, pero con fecha de caducidad establecida, quince días más.
La gran mayoría de integrantes del principal partido de la oposición no están a favor de una nueva prórroga del estado de alarma, pero creen conveniente dar un ‘respiro’ a Sánchez para que pueda “organizarse”. Por ello dudan entre la abstención y el NO, que son las opciones que barajan en la votación y todo hace indicar que se decantarán finalmente por la primera, dando ‘cancha’ al máximo Ejecutivo.
Las sucesivas prórrogas del estado de alarma y ‘control’ que conlleva sobre la población dicha medida comenzó a exasperar los ánimos de la oposición hace ya tiempo. La actitud de prepotencia y ‘pasotismo’ de Sánchez a la hora de dar explicaciones fue la gota que colmó el vaso. Vox ya se desmarcó hace tiempo y PP y Ciudadanos amenazan continuamente con hacerlo. Tampoco lo ven ya con buenos ojos ERC por ejemplo.
Todos coinciden en que el Gobierno tomó dicha medida autoritaria sin contar con la opinión de nadie en lo absoluto. Mucho pedir apoyo de la oposición, de remar todos juntos para salvar España, pero nada de comunicación. Acciones que terminaron lógicamente con la paciencia de sus ‘enemigos’.
No obstante, las amenazas de Sánchez a la hora de advertir que una negativa al estado de alarma podría suponer “el caos” del país, parecen haber surgido efecto. El PP podría dar luz verde a la prórroga, siempre y cuando Sánchez tenga un “gesto”, como desligar los ERTEs del estado de alarma por ejemplo.
Un gesto, organización, ayudas…en definitiva, comunicación a la hora de gestionar la crisis que azota España a consecuencia del coronavirus. Éso es lo que pide el PP para dar quince días más a las exigencias del presidente del Gobierno, ya que “no se puede tener toda la vida confinada a una población”.
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El máximo Ejecutivo, por fin, se sentará, telemáticamente, con Ciudadanos y PNV para escuchar sus exigencias e intentar contentarlos, obteniendo así el voto favorable o abstención a la hora de prorrogar el estado de alarma, siempre pensando que el PP vote no.
Tras la estampada de Vox, la negativa ahora de ERC y las dudas del PP, a Sánchez le queda Ciudadanos y PNV para sacar adelante su ‘vigesimooctava’ prórroga del estado de alarma.
La vicepresidenta primero, Carmen Calvo, ya está ‘negociando’ y aunque Ciudadanos y PNV no están a favor de seguir con el estado de alarma, creen conveniente dar un margen para la organización del Gobierno.
En definitiva, por un lado o por otro, Sánchez se saldrá una vez más con la suya. Seguramente, el último aviso.
Se le exige organización, pero tal vez no conozca el significado de dicha palabra, ya que tuvo dos meses para ‘organizar’ a su país ante la pandemia y lo único que hizo fue dar luz verde a manifestaciones y tonterías del estilo, que para lo único que sirvieron fue para propagar aún más el dichoso coronavirus.