Los cazas españoles despegaron para interceptar al avión ruso
Un buen susto. Pedro Sánchez se vio obligado a interrumpir una rueda de prensa por una amenaza real de la Fuerza Aérea Rusa.
El presidente del Gobierno se dirigía a los militares españoles que forman parte de la Policía Aérea del Báltico de la OTAN en los hangares de la base aérea de Siauliai (Lituania) cuando saltaron las alarmas y todos los presentes tuvieron que abandonar corriendo las instalaciones para que los cazas españoles despegasen y pudiesen identificar al supuesto enemigo.
Los mandos militares, a la voz de “¡no es un simulacro!” avisaban del peligro a la vez que avisaban de que dos cazas españoles iban a despegar para identificar al intruso no autorizado.
Justo en ese momento, y mientras los allí presentes abandonaban las instalaciones a toda prisa, dos pilotos han llegado a los hangares para despegar de inmediato.
En dos minutos, toda la parafernalia preparada para la rueda de prensa fue desmontada y el lugar estaba listo para el despegue de los cazas.
No obstante, lo que ha vivido Pedro Sánchez es el día a día de los militares españoles destinados a la área del Báltico. Amenazas que quedan en nada pero que obligan a los aviones de combate españoles a despegar día sí día también para identificar a los supuestos enemigos.
Estas alarmas reales suceden con mucha frecuencia aunque se da la casualidad que en los últimos días se habían reducido drásticamente.
Sánchez se encontraba allí para ver un simulacro y al final se encontró con una alarma real que seguro que le aceleró el pulso.