Artículo de opinión de Carlos León Roch
En su “histórica” misión de defender a la URSS, en el referéndum de 1986 el Partido Comunista se opuso a la permanencia de España en la OTAN. Se colocaron miles de mesas en toda España con el slogan “OTAN, DE ENTRADA, NO”. Ante una de esas mesas, un viandante se acerca y pregunta ¿No quieren ser de la OTAN?. ¡CLARO QUE NO!, responden airados…¿Y de la NATO?… ¡Ah de esa Sí!…
Esta anécdota viene a cuento con la actual crisis Ucrania-Rusia, en parte producida por la solicitud de la primera para ingresar en la OTAN; lo que alarma a la segunda, que se siente “·rodeada” por muchos países miembros de esa alianza militar.
Como se está viviendo estas semanas, la situación es muy tensa, con grandes efectivos militares a ambos lados de la frontera aunque, eso sí, unos dentro de su propio país y los otros, procedentes de muchos países, dispuestos a defender a Ucrania, aunque ésta no forme parte de la Alianza… ¡Ah. Entre ellos España, que aporta una potente y moderna fragata. Tensa situación…
Si la OTAN se creó para defender a Occidente, de un potencial y terrible enemigo – La URSS- ahora que ese enemigo soviético ha desaparecido, sustituida por una ambigua Rusia; y ahora que Ucrania ( ¡antigua URSS también!) ha solicitado su adhesión a la OTAN; una solución atrevida, imaginativa, sugerente sería invitar a Rusia a formar parte también de la OTAN…
Así, todos nos quedaríamos sin enemigos, al menos “cerca”.