Esta familia cartagenera denuncia su sufrimiento e indefensión ante una clínica de fertilidad
Este artículo está basado en declaraciones de la madre. Sólo la madre de Guillermo, que es quien quiere denuncia las supuestas irregularidades cometidas. Dicho ésto…
La madre de Guillermo Cervantes Ruiz, como ya informamos en el anterior artículo, no se rinde y quiere que todos los ciudadanos de Cartagena, cualquier persona de este país y ciudadano del mundo, sepa la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad sobre la tragedia ocurrida con su hijo. “Es nuestro deber como padres y víctimas de la situación denunciar el sufrimiento y la indefensión a la que nos vimos sometidos frente a una clínica de fertilidad y sus responsables. Por respeto a Guillermo y a todo lo que tuvo que vivir”, señaló la madre.
En España, el Estado, según nuestra Constitución, debe proteger la vida, la dignidad, la familia, recibir información veraz y garantizar la defensa de los consumidores y usuarios, protegiendo la salud y los intereses económicos de los mismos dentro de esta economía de mercado. (No todo debe valer). Dicho ésto…
“Somos personas responsables, advertimos del comportamiento de esta clínica y del resto de lo ocurrido, tanto al Ministerio de Sanidad en Madrid, como a la Consejería de Sanidad de la Región de Murcia. Nos dijeron en Madrid que ‘lo comentado en la reunión no caería en saco roto’… aún sin recibir respuesta alguna”, afirmó.
Hasta ahora, sólo a través de cuartaedicion.com han podido dar a conocer la noticia y expresar su crítica, ya que el resto de medios de comunicación han sido un muro.
“Nosotros, ante problemas de fertilidad, decidimos aumentar la familia necesitando ayuda médica. De esta forma acudimos en el año 2013 a una clínica de fertilidad”, comenzó apuntando. Y aquí es cuando comienza su particular calvario, por no llamarlo de otra manera.
En el año 2014, después de hablar con una ginecóloga de la clínica y demás, ver los resultados de las pruebas que mandaron realizar y examinar el caso un Comité médico, dieron el visto bueno para firmar el Contrato “Garantía de Embarazo”, un programa que asegura el embarazo, que dice despeja la incertidumbre y permite a los pacientes centrarse en lograr un embarazo viable o si no devuelven el 100% del importe después de tres ciclos y en un tiempo de duración de la garantía de 18 meses.
“Deseosos de quedarnos embarazados, firmamos y pagamos por adelantado, lo que para nosotros, indefensos pacientes, se convirtió en una trampa a contrarreloj. Sometiéndonos a todo lo que nos indicaban. Estando bajo su poder restringir el contrato unilateralmente sin ningún coste para ellos, pero si son los pacientes los que deciden rescindirlo se quedan con todo, o devuelven solo el 50% con causa justificada”, destacó la madre del fallecido Guillermo.
En la publicidad de la clínica se hace referencia al compromiso personal y ético con cada paciente. Individualización de cada tratamiento, investigación más avanzada y numerosos premios a nivel internacional, siendo uno de sus objetivos que nazcan niños sanos, y así lo publicita con fotos de niños pequeños con sus madres, en muchos casos de raza aria, rubios y de ojos azules, pero tiene que quedar claro que ningún médico puede garantizar un embarazo. Y si luego te devuelven el dinero es cosa distinta de haber garantizado el embarazo. No son dioses, solo médicos que ayudan a conseguirlo.
“Garantizan el embarazo y nacimiento del bebe (sospechamos que a raíz de lo que nos pasó a nosotros). Si viene con problemas y quieres abortar, sólo en este caso, no se pierde la garantía… ahora, si decides seguir con el embarazo, pierdes la garantía y el bebé nace gravemente enfermo, incompatible con la vida, en ese caso se acaba todo. No contemplan este caso. Esto va en contra del derecho a la vida del bebé. Por eso ahora han cambiado el formato y garantizan el embarazo y el nacimiento”, apuntó.
¿A qué lleva ésto?
“Confunden a los pacientes a la hora de utilizar los términos cromosómicos y genéticos. Los utilizan indistintamente. Jamás mencionan que puede nacer un niño con enfermedad grave”, puntualizó la madre de Guillermo.
Se firma el Contrato de Garantía de Embarazo de donación de ovocitos, incluyendo el Diagnóstico Genético Preimplantacional (ya que ambos son portadores de una enfermedad que quisieron evitar, como cualquiera haría). Éste consiste en una selección de embriones, que según cuentan es un análisis de la genética del embrión mediante el estudio de una biopsia de sus células antes de su transferencia a la madre. Evita la transferencia de embriones que por sus anomalías cromosómicas provocarían un aborto temprano y localizar y prevenir en la fase de embrión las enfermedades graves causadas por alteraciones genéticas.
“En el primer intento te incluye una CCS (Diagnóstico Genético Preimplantacional), pero sólo en el primer intento. Es decir, que por el mismo precio y en el mismo contrato aumenta el riesgo de tener un bebe enfermo, y sabiendo de antemano, lo ofertan”, destacó.
Conforme van fallando los intentos, según cuenta la familia, la clínica aumenta la medicación prescrita a la paciente, no incluida en la garantía y a unos precios desorbitados. En un principio dicen solo una pastilla, después varias pastillas e incluso inyecciones. Ojo, siempre según la versión de la familia.
Por cierto, volvemos a invitar a esta clínica en cuestión a que explique su información y se defienda con pruebas de todo lo que dice la familia de Guillermo…
Mandando dicha petición, continuamos la noticia señalando que, según la madre de Guillermo, dicha clínica infringió la ley de protección de datos, mandando publicidad de la clínica puntualmente en los correos electrónicos, cuando existe documento firmado negando querer recibir esta información.
Al mismo tiempo, ofrecían en el contrato una sesión de acupuntura por cada transferencia, de la que la familia supuestamente nunca tuvo conocimiento.
Nace Guillermo
En fin, como resultado de dicho tratamiento, nace Guillermo Cervantes Ruiz el 22 de enero de 2016 en Madrid, con cesárea programada.
Este niño nace gravemente enfermo. Casi no podía respirar. No existía la salida pulmonar, ni la válvula del corazón a los pulmones, tenía bajo peso y problemas en el desarrollo de casi todos los órganos (hígado, corazón, pulmón, riñón, cara y esqueleto), teniendo que ingresar directamente en la UCI neonatal ya que de otra forma no habría podido vivir.
Los padres, antes de nacer Guillermo, comunicaron a la clínica la gravedad de su hijo. La clínica se ofreció a hacer una ecografía de confirmación. Sorprendidos de que no hubiera sido detectado en la ecografía morfológica del Hospital Universitario Santa Lucía, dijeron que estas cosas pasan a veces y se ofrecieron hacer todo lo que necesitaran sin concretar nada.
En los primeros meses la clínica llamó al móvil de los padres varias veces para interesarse por Guillermo, pero sin dar ninguna explicación sobre lo que podía haber pasado para bienestar o ayuda de Guillermo, tranquilidad de los padres, y colaboración con los médicos que le estaban atendiendo. Los padres preocupados, pidieron en el Hospital Universitario de La Paz, donde estaba ingresado el bebé, un consejo genético de cara a saber que había pasado, y también porque les quedaban tres embriones crio-conservados.
EL Hospital requirió información a la clínica sobre el ADN de la donante, el resultado fue según el análisis de sangre de la clínica, que la enfermedad rara del Sindrome de Alagille había surgido “de Novo”, es decir, no heredado de los padres biológicos sino que surge por primera vez. Los genetistas del Hospital explicaron que al tener la mutación en todas las células del cuerpo de Guillermo, quería decir que la mutación había surgido en las células germinales, en el óvulo o en el espermatozoide, sin saber en cuál de los dos exactamente había sido, algo que hasta hoy mismo todavía dicen no saben. Ante la pregunta de la madre de si se podían crear mutaciones, la respuesta fue que sí. Se hace para estudiar enfermedades en los animales. No es ciencia ficción, es la realidad desde hace varios años.
La técnica es sencilla y fácil, denominada CRISPR-CAS9 (ver internet, en la versión inglesa). La madre de Guillermo sospecha que hayan podido crear la mutación, lo cual es un delito tipificado en la Ley de reproducción asistida. Ojo, sospechan. No tienen nada confirmado…pero lucharán para sacar toda la verdad a la luz.
Más irregularidades
Bueno, hay que destacar que, siempre según la familia, ya que es la única fuente de la que disponemos hasta el momento, la ginecóloga que llevó el caso insistió en poner dos embriones en vez de uno solo en el segundo ciclo (lo recomendado) a pesar de la edad de la madre (en ese momento, 45 años).
Al mismo tiempo, realizaron una mala asignación de la donante, debido al número de embarazos previos, que era de cuatro con resultado de cinco bebés y de la misma ciudad, según palabras de Ginecología, y a las características físicas y médicas en relación con los padres.
Tras el fallecimiento de Guillermo, los padres de la criatura pidieron cita con la intención de recuperar los tres embriones que quedaban crio-conservados y rehacer la vida. La ginecóloga no dio ni el pésame y dijo que habían perdido la confianza en los padres y que no se los iban a transferir, sin más. “‘No eran bienvenidos allí (lo tenemos por escrito)’, palabras de la ginecóloga con nuestros embriones, en sus laboratorios”.
Tras este monumental desplante, el padre de Guillermo decidió acudir a la clínica para hablar personalmente con el director general, pero fue la Jefa del Departamento de Calidad la que le atendió, recibiendo por parte de ella un trato humillante, preguntando que qué hubieran hecho de haber tenido un hijo con Síndrome de Down. Los padres dentro de todo intentaron arreglar las cosas y solo recibieron maltrato, abuso de poder, y discriminación por parte de ellos, siempre según la versión de la madre de la pobre criatura fallecida.
La progenitora fue a la clínica (otra sede), reclamando la devolución del importe dada la difícil situación en que habían dejado a la familia, y para intentar arreglar todo, antes de tener que acudir a los tribunales, pero fue rechazada.
Finalmente, tras informarse bien, lograron trasladar los embriones a la clínica IVI en Cartagena (julio 2018) pero desgraciadamente no salió bien. También se negaron a trasladar el ADN de la donante, que se habían comprometido a guardar 20 años para casos de enfermedad.
“Como padres realizamos todo lo que estaba en nuestras manos para conseguir el embarazo, siguiendo a la perfección todas las indicaciones médicas que nos impusieron y nuestro hijo fue concebido en sus laboratorios. Nosotros no creemos que tengamos que asumir toda la culpa o las consecuencias de la “mala suerte”, derivada de su tratamiento, y ante el comportamiento tan indecente, nos hemos visto en la necesidad de poner una demanda penal, para conocer qué ha podido pasar realmente y que se igualen los intereses nuestros. Ellos se han mostrado indiferentes y pensamos que lo que quieren es de nuevo perjudicarnos, ya que normalmente los jueces dan la razón a este tipo de empresarios sin escrúpulos y con prisas por enriquecerse y determinan que la culpa es de unos pobres padres que no son nadie”, señaló la máxima afectada.
La madre, ante este supuesto abuso de poder, mentiras ,falta de comunicación y reacciones tan malas de la clínica han terminado no creyendo sus datos e investigando por su cuenta cuál puede ser realmente el origen de la enfermedad y pidiendo a la Fiscalía General de Estado, “ya que la juez y la forense de los Juzgados de Cartagena no interpretaron bien los informes“, que por favor abra una investigación para saber si realmente es cierto lo que dicen o han podido crear la mutación en Guillermo, como sospecha la madre.
“Tenemos indicios reales de que pudo pasar algo anormal. Por motivos económicos. Y todo eso afecta al interés general de los consumidores“, terminó de decir.
Visto este artículo, queda bien claro que si el embarazo va bien, todo son palmaditas en la espalda, pero si algo se tuerce, entonces si te he visto no me acuerdo. El día a día por desgracia. Pero esto es una desgracia mayor. Se está ‘jugando’ con vidas humanas.
Continuaremos…