Pretenden despojar a los progenitores de ser los primeros responsables de la educación de sus hijos
Que el futuro de nuestros niños está en peligro es ya un hecho. Que quieren hacer de ellos objetos manipulables lo están consiguiendo (gracias sobre todo a las redes sociales) y que quieren también controlar y manejar su educación sexual es algo demasiado grave que no se puede permitir.
En un programa piloto que se hizo en la Comunidad de Navarra, programa Skolae, aparece y entienden por ‘educación sexual’ enseñar a los niños de 3 a 6 años a “estimular sus zonas erógenas” o a los niños de 14 años a “¿la masturbación mejor sola o compartida?“, “la estimulación del placer anal” o “cómo introducir un pene en la boca sin hacer daño”…como pueden apreciar, son hechos demasiado graves impuestos por una mente enferma y retorcida que cada día gana más peso entre la sociedad progre. Una sociedad, en fin, con demasiadas carencias y tal vez falta de buenos psicólogos, pero que por desgracia es la que se está imponiendo hoy día.
Queridos lectores, estamos hablando de niños, de 3 a 6 años, que todavía no saben leer, más con el sistema educativo de hoy en día, y a los que quieren manejar para sus pervertidas fantasías sexuales.
Estamos hablando de adolescentes, menores de 14 años, que no saben hacer ni la O con un canuto, pero los quieren aventurar en fantasías para las que no están preparados.
En definitiva, estamos ante delitos gravísimos de perversión de menores…pero que cuentan con el beneplácito de nuestro querido Gobierno y su manada.
Y ya que la jerarquía de la Iglesia Católica está más pendiente de lavar sus trapos sucios y mantenerse en un segundo plano para mantener así la subvención en colegios concertados, pues le toca, una vez más, al ciudadano de a pie luchar por su futuro y el de sus hijos.
Por todo ello, el próximo 18 de febrero se ha convocado una concentración en la Plaza de la Virgen (Valencia), a las 12.00 horas, para mostrar la repulsa más absoluta ante el programa educativo del Gobierno, que quiere despojar a los padres de ser los primeros responsables de la educación (sexual) de sus hijos.
¿Los hijos no pertenecen a los padres? Para nuestro Gobierno no. Sólo cuando hay que subvencionar su chiringuito bien montado y bastante enfermizo.
