sábado, julio 27, 2024

¿Tomará la OMS el control de la salud mundial y la protección de la vida?

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Comunicado del Instituto para la Cultura Legal, Ordo Iuris

El 3 de marzo concluyó la reunión del Órgano Intergubernamental de Negociación del Instrumento de la OMS para la Prevención, Preparación y Respuesta ante Pandemias. Se trata de un órgano especial de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que ha publicado los principios del llamado “tratado sobre pandemias”. Esto anuncia cambios revolucionarios en el sistema sanitario mundial. La OMS reclama para sí la autoridad para declarar pandemias, determinar la “verdad científica” y combatir la “desinformación”, e incluso quiere obligar a todos los países del mundo a poner una proporción fija de sus presupuestos bajo el control de la OMS.

Por el momento, casi todas las decisiones al respecto se toman a puertas cerradas. Sin embargo, los efectos de este avance nos afectarán a todos.

El cambio en los tratados de la OMS es otra amenaza a la soberanía de los estados y a las políticas sanitarias efectivas, que llevará a la introducción de encierros, cierres de escuelas, iglesias, lugares de trabajo y restricciones a los tratamientos electivos en los hospitales que serán decididos por funcionarios de la OMS dependientes de las donaciones de los grandes grupos de presión.

Las estadísticas sobre el número de muertes excesivas durante la pandemia de Covid-19 atestiguan la ineficacia de la gestión global y unificada de la crisis sanitaria. Los diferentes enfoques de países como Polonia, Alemania, Italia y Suecia permiten hoy a los investigadores identificar las buenas y malas respuestas a la amenaza sanitaria. Los datos agregados recogidos por la OCDE, además, muestran que los países que siguieron las recomendaciones de la OMS no hicieron el mejor trabajo a la hora de proteger a los ciudadanos de los efectos mortales de la pandemia.

En noviembre de 2021, advertimos de que en la lucha contra la pandemia de Covid-19 se estaba produciendo un proceso de constitucionalización del derecho internacional, en el que organizaciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud asumían con sus recomendaciones las competencias de los gobiernos nacionales para gestionar el régimen epidémico.

Participamos en la consulta pública sobre el “tratado antipandémico” propuesto por la OMS. Les recordamos que deben protegerse la soberanía de los Estados y el libre debate científico, sin los cuales no pueden desarrollarse métodos eficaces de control de enfermedades. Llamamos la atención de la OMS sobre la ineficacia de la gestión global de la pandemia del Covid-19 y la necesidad de que organizaciones internacionales como la OMS sean financiadas únicamente por los Estados miembros y no por corporaciones globales, que pueden así ejercer presión sobre ellas.

Oposición a la cesión de competencias de la OMS

La mayoría de las respuestas a la consulta expresaban una fuerte oposición a la cesión de competencias a la OMS por parte de los gobiernos. A pesar de ello, el nuevo borrador de tratado vuelve a proponer un mecanismo de coordinación centralizada de futuras emergencias sanitarias, que dirigirá la OMS.

El borrador dice que la soberanía de un Estado puede verse limitada si sus decisiones “perjudican a su población o a otros Estados”. Los redactores no aclaran quién debe definir “daño” ni cómo.

El borrador incluye compromisos para combatir la desinformación. Las directrices de la OMS ya han sido la base de la lucha contra las voces médicas racionales en el pasado. Ahora se quiere dar fuerza de ley a escala mundial a la censura bajo los dictados de los expertos de la OMS.

Por último, el documento propone destinar una parte del Producto Interior Bruto de todos los países a la cooperación y asistencia internacional en la lucha contra las epidemias, es decir, a financiar la OMS.

Nuestro análisis muestra que la creación de un sistema de gobernanza mundial de la política sanitaria cuenta con el apoyo de la Unión Europea, que también intenta utilizarlo para obligar a los Estados soberanos a reconocer el concepto de “derechos sexuales y reproductivos”, entre ellos el “derecho al aborto”.

La UE intenta ampliar sus competencias en materia de política sanitaria

La UE también intenta ampliar sus competencias en materia de política sanitaria. La nueva estrategia sanitaria comunitaria adoptada por la Comisión Europea a finales del año pasado puede servir a este propósito. El documento, cuyo título promete “mejor salud para todos en un mundo cambiante”, contiene numerosas referencias al papel clave de la Organización Mundial de la Salud y aboga por un “liderazgo mundial” en materia de salud.

La Unión Europea ha propuesto la creación de un organismo central especial que controlaría a las autoridades nacionales en materia de reglamentación y mejora de la política sanitaria. Llevaría a cabo inspecciones en los países y establecería relaciones con el sector privado y los patrocinadores, con el objetivo de crear un nuevo instrumento de financiación internacional.

Los casos judiciales en curso pueden servir de advertencia sobre el impacto de tales cambios. Muestran las desastrosas consecuencias de seguir ciegamente “normas” y “directrices” que excluyen la sensibilidad y la independencia profesional.

Ordo Iuris está prestando asistencia jurídica a la familia de un hombre que murió de un ataque al corazón cuando los médicos tardaron indebidamente en acudir en su ayuda debido a un resultado positivo de Covid-19.

Representamos a una doctora que criticó las directrices del Ministerio de Sanidad para tratar a los pacientes en la fase inicial del Covid-19 porque, en su opinión, condujeron a una situación en la que algunos pacientes fueron “condenados a estar sin tratamiento durante días”, lo que en ocasiones les causó la muerte.

Representamos a una doctora que ha sido acusada de promover información no acorde con los conocimientos médicos y actitudes antisanitarias por haber firmado una carta abierta a las autoridades y a los medios de comunicación, científicamente anotada, en la que pedía un debate sobre la racionalidad y la eficacia de las restricciones sanitarias.

Mientras tanto, el nuevo tratado sobre la pandemia se dispone a poner en manos de la OMS el derecho a determinar arbitrariamente la “verdad científica” y a obligar a todos los Estados a combatir las voces discrepantes, consideradas “desinformación”.

Si las naciones soberanas no resisten hoy los intentos de imponer por encima de sus cabezas los dictados pandémicos de los expertos de la OMS, mañana podrían perder el control de las políticas sanitarias de sus países.

La lucha por defender la dignidad humana, la vida, la familia y la libertad continúa. Defiéndelos.

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