Sólo el de la Concepción cuenta con luz nocturna mientras que el Ayuntamiento prometió la actuación en los otros cuatro sin concreción alguna
Inversión barata y de gran efecto sobre la bahía. Un paso elemental en el atractivo de una ciudad con cinco castillos radica en la iluminación de los mismos. El Partido Cantonal de Cartagena propone en su programa electoral luz nocturna en los castillos de San Julián, Galeras, La Atalaya y Los Moros mediante convenio de colaboración con los propietarios de los dos primeros. Los dos segundos pertenecen ya al patrimonio municipal y la actuación brilla por su ausencia por pura falta de voluntad política. En la actualidad, sólo el Castillo de la Concepción muestra iluminada su Torre del Homenaje.
En este sentido, el Ayuntamiento de Cartagena, tras una reunión con el director general de Calidad Turística, Carlos Peñafiel, anunció que las cinco fortalezas de Cartagena tendrían luz nocturna antes de 2023 en un proyecto conjunto con la Comunidad Autónoma. Pero dos años más tarde de este compromiso, los presupuestos municipales del actual equipo de Gobierno local no recogen ninguna partida al respecto.
La ciudad además ha dado pasos atrás en este sentido. Los castillos de San Julián y Galeras ya contaron con luminarias visibles de noche desde cualquier punto del puerto de Cartagena. El primero cuando la multinacional española Telefónica lo adquirió para la instalación de una gran antena ya desmontada. Y el segundo, al poco de que la propiedad del mismo pasara del Ejército de Tierra a la Armada. Ni la Atalaya ni el Castillo de los Moros presentaron nunca iluminación con motivo de atracción turística.
Las cuatro fortalezas aún sin luz tienen la catalogación de Bien de Interés Cultural. Las obras de los castillos de La Atalaya y Galeras concluyeron en 1777 y un año más tarde acabó el de los Moros. San Julián fue sin embargo el primero en el inicio de su construcción en 1706 y el último en la culminación de la misma en 1888. Los cuatro destacan por su monumentalidad, en especial San Julián y, sobre todo, La Atalaya. También fueron testigos de momentos cruciales de la Historia de la ciudad como la sublevación cantonal en Galeras o la toma de Cartagena durante la Guerra de Sucesión para la causa de Felipe V en el caso del Castillo de los Moros.