viernes, noviembre 22, 2024

“No me gusta como caza la perra de nuestros políticos”

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Artículo de opinión de Carlos José Márquez

Un breve apunte personal.

No me gusta como caza la perra.

Eso decía mi abuela cuando veía una situación que no era de su agrado o le escamaba.

Eso mismo digo yo , no me gusta como caza la perra cuando veo como se comportan estos ‘politicuchos’ de tres al cuarto en lo que se refiere al tema de la reapertura del hospital del Rosell al 100%.

Como enmienda a los presupuestos generales de la Región de Murcia, Diego Conesa, del grupo socialista, presentó una moción para dotar la reapertura del Rosell presupuestariamente, cosa que llama poderosamente la atención, ya que según la ley 3/2016 aprobada en el congreso de los diputados y que obliga al ejecutivo regional a poner en marcha el Rosell, ya lleva implícita una dotación presupuestaria de 16 millones de euros.

¿Dónde está la pasta?

Pues bien, como decía, el socialista Diego Conesa presentó esta moción, la cual fue rechazada por los ‘golfos’ del P.P., los veletas de Ciudadanos y para mas oprobio y vergüenza de los cartageneros, también contó con el voto en contra del grupo parlamentario de VOX , estos advenedizos serviles de último cuño, con un cartagenero a la cabeza, el señor Juan José Liarte Pedreño, que para vergüenza de Cartagena votó en contra del interés general haciendo posible que no se abriera de nuevo ese tan necesario hospital del Rosell. 

Y es en esto, que un servidor tiene la idea de tomarse la molestia de pedirle presupuesto a un bufete de abogados de Murcia y de pedirle ayuda a los que se suponen que te la van a prestar o por lo menos escucharte.

Y aquí es cuando llega la sorpresa, y la primera en la frente. Me pongo en contacto con Carmina Fernández, la diputada regional socialista, la que se supone que a su vez va a hablar con Diego Conesa. Pues bien, me pone como excusa que eso de la denuncia es algo complicado, que no es tan fácil y que no lo ven claro. TURURÚ.

Y vamos a por la segunda. A través de un intermediario me pongo en contacto con el ex alcalde Pepe López y le informo de la situación y de la denuncia. Tres cuartos de lo mismo , pero para colmo, el cafetero me pone como excusa unas rencillas personales, las cuales antepone al interés general de la ciudadanía, cosa que dice mucho de Pepe López (con esto se me cayó el mito).

Y la tercera en la frente, el señor Leandro de la plataforma del Rosell.

Pues nada, ahí que un humilde servidor se agencia el teléfono de Leandro y lo llama y, sorpresa la mía, este señor se molesta sobremanera por haber tenido la osadía de tener la idea de ponerle una denuncia al ejecutivo regional por incumplir la ley del Rosell, esa misma que obliga a la comunidad autónoma de Murcia a la reapertura de nuestro tan necesario hospital . Asimismo me hace constar que “a ver si yo que vengo de nuevo le voy a solucionar el problema a los cartageneros, cosa que el lleva ya veinte años” ¡ VEINTE ! , intentando solucionar el problema y no ha sido capaz. Palabras textuales de este señor.

Yo que ya estoy curtido en estos menesteres y con la torreta del tanque con más agujeros que la oreja de un hippie no me sorprendo ni me sobresalto, y es que en es bien cierto que cuando ciertas asociaciones tocan el pelo de las subvenciones de forma generosa, se les apaga el ardor guerrero y la actitud reivindicativa, pasando del espíritu combativo al pasotismo servil y a la mansedumbre, manteniendo una silenciosa complicidad con la mano que tan generosamente les alimenta, a ellos y a algún pariente colocado a dedo, como copago del abandono del activismo reivindicativo.

Ya lo decía mi abuela, no me gusta como caza la perra. Rosell al 100%.

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