El factor R0 o número reproductivo básico, representa un importante concepto en epidemiología y constituye una parte fundamental de los planes de salud pública durante un brote como el del actual.
Se ha convertido en uno de los conceptos clave en la lucha contra el coronavirus, pero muchos de nosotros no tenemos claro que es exactamente, ya que desde que empezó a hablarse de la enfermedad y de su capacidad de contagio ya empezaba a mencionarse este término. Fernando Simón, director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, se refería a él como el número reproductivo masivo o el número de casos secundarios que transmite cada caso primario. Dicho de una forma más sencilla es el número de casos, en promedio, que van a ser causados por una persona infectada durante el periodo de contagio lo que puede ayudar a entender como se va a extender una enfermedad.
Los expertos no tienen ninguna duda, parece fácil de entender y no paran de repetirlo, sólo se derrotará al coronavirus cuando el factor R0 sea menor que uno, entonces la enfermedad va a desaparecer de la población, porque en promedio una persona infectada va a contagiar a menos de una persona susceptible, produciendo su práctica desaparición, por otra parte, si R0 es mayor a 1, la enfermedad se va a diseminar.
El factor R0 es el que explica la curva de propagación de la enfermedad sea tan acentuada en las primeras semanas ya que una persona contagia a varias y el alto valor de éste justifica las medidas excepcionales que se están tomando para intentar frenarla: estado de Alarma, reducción del contacto social, confinamiento, cese de actividad, total o parcial, en un gran número de sectores.
El factor R0 es clave en la denominada por el Gobierno fase de desescalada, porque será el indicador que confirme que se haya controlado la enfermedad. La duda está en si la rebaja de las medidas de confinamiento podría aumentar de nuevo ese factor R0, o por el contrario conseguirá mantenerse estable. Por eso se habla de una fase progresiva de desescalada, para evitar que puedan volver a dispararse los contagios.
Los días 5 y 6 de abril, por ejemplo, fueron muy esperanzadores en España porque el factor R0 estuvo por debajo de uno por primera vez desde que se detectó el primer caso en el mes de febrero. Sobre todo, si se compara con los datos del mes de marzo en los que llegó a estar por encima de 5, lo que provocó un aumento de la presión sobre el sistema sanitario por la progresión geométrica de la enfermedad, con las consecuencias que todos conocemos, todo esto tomando como ciertos el número de contagios oficiales, aunque las cifras podrían ser muy superiores a la vista de los últimos acontecimientos.
Los epidemiólogos recuerdan que no es el único factor que hay que tener en cuenta para controlar una enfermedad contagiosa, aunque sí es el más importante en los momentos en los que parece descontrolada. ya que en casos anteriores mientras en promedio una persona infectada le contagiaba la enfermedad a menos de un individuo susceptible, ocasionalmente una persona contagiaba a decenas e incluso centenares de personas dando lugar a lo que se conoce como “superpropagadores”