martes, abril 16, 2024

Colectivo Covadonga: “Un general al frente del Gobierno es una solución legal”

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Hablamos con Jesús Bermejo, miembro del Colectivo y firmante del más que polémico Manifiesto por un Gobierno de Salvación Nacional

Según Bermejo, el Colectivo Covadonga es un grupo de reflexión y debate surgido entre algunos patriotas que no quieren permanecer inmóviles ante el hundimiento de España y que han hecho público un SOS ante la situación dramática que se vive. Esperemos que ese SOS llegue hasta el Palacio de la Zarzuela…

¿Es el Manifiesto por un Gobierno de Salvación Nacional una llamada a un golpe de estado por parte de las Fuerzas Armadas?

¿Qué?, ¿quién ha dicho semejante disparate? En ningún momento, en ninguna frase, en ninguna línea de nuestro Manifiesto podrá leer usted una llamada, un insinuación -siquiera- al levantamiento del ejército. Da lástima la que se ha armado cuando hemos publicado nombres y no cuando se publicó el texto del Manifiesto; eso demuestra lo poco que se lee en España. Esto no hace sino dar la razón al proverbio chino de “cuando el dedo del sabio señala la luna, el idiota mira el dedo”…

Pues parece ser que así lo ha interpretado más de uno.

Nosotros no podemos ser responsables de lo que cada quien interprete; sólo somos responsables de lo que nosotros escribimos y le reitero, con toda rotundidad, que ni en la letra, ni en el espíritu del Manifiesto por un Gobierno de Salvación Nacional existe ninguna alusión (ni efectuada, ni pretendida) a un pronunciamiento militar; es más, ¿usted cree que si propusiéramos un golpe de estado propondríamos, al mismo tiempo, como ministro de Interior al coronel Diego Camacho?

¿Por qué dice usted eso?

Porque el coronel Diego Camacho, además de uno de los mejores agentes que durante muchos años tuvieron los servicios secretos españoles, es licenciado en ciencias políticas, escritor, articulista y conferenciante, y como tal se ha proclamado en infinidad de ocasiones como un militar antigolpista. ¿Cómo íbamos a sugerir que liderase la cartera de Interior de un Gobierno de Salvación Nacional un hombre abierta y públicamente antigolpista…? ¿Para qué iban a dar un golpe las Fuerzas Armadas…, para entregarle después el poder a los civiles…? ¿Un golpe de estado para promover una solución democrática que habla de Reforma Política y de Cortes Constituyentes que deberán ser refrendadas por el pueblo español en sendas convocatorias a las urnas…? Nosotros propusimos un Gobierno de Salvación Nacional presidido por un general y con un gabinete de civiles ¡además no dirigentes de partidos políticos! capaces de aprovechar la situación de catástrofe bíblica (porque así es lo que se nos viene encima antes de finalizar el año) para transformar las estructuras políticas, económicas y sociales de España, para ir a un sistema democrático, sin partidos políticos, para redactar una nueva Constitución que de la fortaleza y la seguridad que España necesita para los próximos 100 años. Eso es, si usted lo lee con atención, lo que de verdad sugiere nuestro Manifiesto por un Gobierno de Salvación Nacional.

FELIPE VI ES QUIEN DEBE NOMBRAR UN GENERAL COMO PRESIDENTE DE ESPAÑA TAL Y COMO HIZO SU BISABUELO

Y si no es mediante un golpe de estado ¿Cómo se lleva a cabo la designación de un militar al frente del ejecutivo?

Del mismo modo que hizo el bisabuelo del actual Jefe del Estado, en circunstancias muchísimo menos dramáticas para España: ordenando él a un general, como Capitán General de las Fuerzas Armadas, que se haga cargo de la presidencia del gobierno.

¿Han contactado ustedes con el general Marcos Llago Navarro, antes de hacer público el Manifiesto por un Gobierno de Salvación Nacional?

Por supuesto que no y entendemos, además, que no tenemos ninguna obligación de hacerlo.

¿Han contactado ustedes con las personas propuestas o les han hechos conocedoras de los nombramientos que proponen?

Por supuesto que no, a santo de qué… ¿quién ha dicho que tengamos la obligación de consultar con alguien para proponerle para un cargo público? Aquellos que nominamos como personas adecuadas para sacar adelante España en cada una de sus parcelas pueden estar de acuerdo o no con nuestra proposición, pero el proponer a alguien, para lo que sea (si es legal lo que se propone) no requiere de ser previamente consultado. He visto, por ejemplo, que Guillermo Rocafort ha hecho que ustedes retiren su nombre del listado. Al profesor Rocafort le proponíamos como ministro de la Vivienda porque (además de abogado, economista y escritor) el profesor Rocafort es uno de los mayores entendidos en España en el tema de “los Fondos Buitre” a los que ha combatido con dos libros y con numerosas conferencias públicas a lo largo y ancho de todo el territorio nacional. Es decir, lo proponemos como especialista más que adecuado para ser responsable de ese ministerio. El pasado año recibió el “Premio Disidencia de Economía” que entregaba un medio de comunicación: ¿llamó ese medio antes al señor Rocafort para pedirle su autorización para ser designado como “Premio Disidencia de Economía”? Me resulta algo absurdo e incomprensible pero en fin, yo ya me creo todo.

También nos pidió -y con toda educación- que retirásemos su nombre Jorge García Contell. Otros no lo han hecho, pero no han recibido con ninguna satisfacción este nombramiento.

El retirar o no los nombres de su medio ya es cosa suya. Desde luego nosotros no lo haríamos. Mire usted, García Contell es alguien con un perfil público bajísimo (y no por su valía, sino porque ni las editoriales ni los medios de comunicación dan cabida alguna al pensamiento disidente). Resulta que Jorge García Contell, pese a ese muy bajo perfil público (es decir, que su nombre no le suena a nadie, a no ser que sea un experto en teoría política) es un pensador político de primera magnitud, un gran regeneracionista como lo fueron Joaquín Costa, Ortega y Gasstel y José Antonio Primo de Rivera, es decir, gente que tenía “una idea clara de España”, de qué hacer con esta nación para los próximos cien años; puede que también, en la Transición, Ramón Tamames fuera algo así cuando publicó su libro que precisamente se titulaba “Una idea de España”… y pocos más. España no ha tenido, desgraciadamente, a penas intelectuales que se hayan dedicado a estudiar y a sugerir sobre qué hacer con ella. Y en este sentido Jorge García Contell es alguien absolutamente especialista. Por eso lo propusimos como Ministro de Reforma Política y Transición Jurídica, porque debería ser el encargado de convocar una “comisión de sabios” que redactara el proyecto de Reforma Política que después habría de refrendar en referéndum el pueblo español. Y así, uno a uno, han sido todos y cada uno de los nombramientos propuestos: propuestos por alguno de nosotros y estudiados con mucha atención por todos los que redactamos este Manifiesto. No se trata de poner a “nuestros amiguetes”, ni de aprovecharnos del tirón de personas famosas, porque en el Ejecutivo patriota que proponemos hay personas muy conocidas (el escritor Juan Manuel de Prada, el escritor y periodista José María Zavala, el periodista, escritor e historiador José Javier Esparza…) junto a otros nombres que no son del conocimiento por parte del público. Una muestra más (tal y como decimos en el Manifiesto) de que hemos buscado a las mejores personas valorando, lo primero de todo su patriotismo, es decir, su inequívoco compromiso con la unidad de España, después su honestidad (que ni estén, ni hayan estado, siquiera, bajo sospecha de “haber metido la mano en la caja” jamás) y finalmente por su extraordinaria competencia para llevar a cabo la labor encomendada en favor de la patria.

¿Y por qué el general de La Legión Marcos Llago como presidente?

En el Manifiesto ya exponemos sobradamente el por qué de un militar al frente de un gobierno de civiles y, conforme a lo expuesto, necesitamos un general con dotes de liderazgo público, capaz de arrastrar la fe y el entusiasmo del pueblo español, libre de toda sospecha de vinculación con los partidos políticos, generador del impulso que necesitará un gobierno de transición con una misión tan importante como la de salvar a España y a los españoles del desastre. Y al general Llago llegamos casi por eliminación…

No le entiendo. ¿Podría explicármelo mejor?

Con esas características lo primero que pensamos es en un general de la Guardia Civil por ser (según el propio CIS) la institución mejor valorada por los españoles. Pero Marlaska lo ha hecho imposible convirtiendo la cúpula de mando de la Guardia Civil en una jaula de grillos, no dejando títere con cabeza, colocando a generales como chivatos de otros generales, destituyendo y provocando ceses… la Guardia Civil tardará décadas en recuperar el daño que le ha causado el actual ministro de Interior. Así que nos tocaba buscarlo dentro del Ejército y, desgraciadamente, el generalato español, con sólo acercarse a él, huele que echa de espaldas. El 90% de los generales han llegado a esa condición en el escalafón militar no por sus méritos castrenses sino por las moquetas que han pisado y por las chaquetas de políticos que han estirado. Esto es una realidad absoluta hasta el punto de que hoy en día sólo ascienden por méritos militares hasta el grado de teniente coronel. De coronel hacia arriba ya debe ser “una comisión” quien decide… y el resultado es el deseado: generales muy bien adiestrados que cuando el gobierno les dice “chucho” ellos se sientan y “dan la patita”.

EL GENERAL LLAGO ATESORA LAS MÁS ALTAS VIRTUDES CASTRENSES QUE YA HAN DESAPARECIDO DEL EJÉRCITO ESPAÑOL: EL PATRIOTISMO, EL SENTIDO DEL HONOR, EL DEBER, LA DISCIPLINA.

¿Y el general Llago no es uno de esos generales bien domesticados?

Efectivamente, es más, lo que no acabamos de entender es como a “esa comisión” se les coló el ascenso a coronel -primero- y a general, posteriormente, de una personalidad tan digna y tan “políticamente incorrecta” como la del general Marcos LLago. Además de haber hecho toda la carrera en La Legión, desde que salió como teniente de la Academia General Militar, y de ser, probablemente, el militar español que más misiones internacionales haya comandado (siempre ofreciéndose como voluntario para ir el primero allí donde se requería la presencia de La Legión Española), según muchos de quienes han servido a sus órdenes, el general Llago es un auténtico líder, alguien que no sólo da órdenes a sus subordinados sino que constantemente les demuestra el acierto de sus decisiones, un mando al que siempre han visto al lado, en primera línea de combate, que jamás ha pedido a nadie que haga aquello que él no sea capaz de realizar. El general Llago atesora las más altas virtudes castrenses que ya prácticamente han desaparecido del ejército español: el patriotismo, el sentido del deber, el honor, la disciplina. Por eso supimos que era el general Marcos Llago quien debía asumir la responsabilidad mayor, la misión más compleja e importante de cuantas se le hayan encomendado: la salvación de España.

En breve, cuartaedicion.com publicará entrevistas con la otra parte, los ‘elegidos’ por el más que polémico ya Manifiesto del Colectivo Covadonga. Recuerden, en los próximos días: entrevistas con algunos de los ‘fichados’ para el nuevo Gobierno de Sslvación Nacional.

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