Fracaso monumental podemita en Galicia y País Vasco…y es sólo el principio
Podemos comienza a ser visto, por fin, como un auténtico fraude y pierde muchos adeptos en España con el paso de los días. Motivos, pues uno tiene mil para desconfiar de este partido que comenzó, hace ya años, siendo una promesa de futuro, pero se ha convertido en realidad en una bazofia para este país. Una bazofia que sólo mira por el interés de las minorías llenas de odio hacia España. Y decimos minorías por no apuntar a ‘gentuza’ de otra calaña que han sido un auténtico calvario para el pueblo español.
Y es que un partido político que mira más por el bienestar de terroristas e inmigrantes, no puede tener cabida en este país. ¿Por fin abre los ojos el pueblo español? Esperemos que sí. Sólo hemos necesitado unos cuanto azotes difíciles de digerir.
¿Y quién es el culpable de este maravilloso fracaso? Todo el mundo apunta a Pablo Iglesias, líder del partido morado. Este hombre llegó a levantar, hablamos de hace años, esperanzas e ilusiones en los corazones de muchos españoles, pero ha demostrado con el paso del tiempo ser un político más. Y lo que es peor, un político más y lleno de odio.
Podemos ha desaparecido de Galicia y ha perdido la mitad de poder en el País Vasco y hasta los propios integrantes podemitas creen que el culpable de tal fiasco es el vicepresidente de España. ‘Caso Dina’, sus chanchullos en América, sus subidas de tono con los medios de comunicación, su desprecio hacia los valores del pueblo español, pactos con colegas terroristas, sectarismo, autoritarismo, desprecio a la bandera, apoyo a todo aquel que es dañino para nuestro país, llámese Okupas, menas…por no hablar de la supuesta defensa de la igualdad entre hombre y mujer, colocando al frente de un ministerio absurdo a su esposa, una chica que hace el ridículo cuando habla y que sólo sabe escupir desprecio hacia la figura masculina.
Todo lo dicho, aunque no lo crean, ha ido haciendo mella. Pablo Iglesias es visto ahora como un hombre arrogante, prepotente y hasta machista. Capaz de vender su alma al diablo por tener el poder.
Un hombre del que ya no se fían ni sus colegas de cervezas. Un político señalado ya por muchos como un auténtico cáncer para España. Un político peligroso que quiere imponer una dictadura bolivariana y arrastrar el país a una crisis difícil de superar (sólo tenemos que echar un vistazo a otros países donde imperan esos ideales).
Iglesias siempre ha buscado el apoyo de las minorías. Minorías que en muchas ocasiones debían ser escuchadas y tenían que luchar justamente por sus derechos, pero que últimamente se han convertido en un negocio lleno de caraduras que sólo miran por su barriga y se ríen de los más débiles, manipulándolos a su antojo y creando odio hacia los valores más sagrados de este país.
Así que, seamos positivos, el coronavirus ha traído muchas desgracias, pero tal vez contagie el partido morado para siempre y acabe con las gilipolleces de esos fanáticos extremistas llenos de rencor y odio porque, en realidad, se sientes inferiores.
Todo virus trae algo bueno. ¿Se acuerdan de Zapatero? Trajo miseria a España, pero tanta miseria hizo que mucha escoria (llámese etarras) tuviesen que abandonar su absurda campaña por falta de medios económicos.