La menor relató que su madre permitió que el agresor ya fallecido, que conoció su progenitora en las redes sociales, se la llevase a su casa a dormir
Para tener madres así…mejor estar sola. Y si encima es absuelta, aunque quede más que demostrado su implicación en una historia tan surrealista, apaga y vámonos. Por el simple hecho de esa dejadez ante una hija menor y con discapacidad, ya debería tener un castigo ejemplar…pero es una mujer…y eso, hoy en día, en España, tiene premio.
La Sección Segunda de la Audiencia de Jaén ha absuelto a una madre acusada de permitir que un hombre abusara sexualmente de su hija de sólo ocho años, que además tiene una discapacidad intelectual del 50%. También estaba imputado un hombre por abusar de la niña, pero falleció.
A continuación, la historia más que surrealista pero, por desgracia, cierta. Juzguen ustedes mismos.
Por cierto, la sentencia confirma probado que el acusado fallecido abusó sexualmente de la menor.
Todo comenzó en 2016, cuando la madre y sus dos hijas viajaron desde Canarias para que ésta conociera a un hombre con el que contactó en las redes sociales.
En su camino la madre y sus hijas paran en Bélmez de la Moraleda (Jaén), en casa de un familiar del hombre que conoció en las redes sociales. Algo extraño ya de por sí. Ya más tarde fueron a parar a Jódar (Jaén), donde entraron en contacto con el supuesto agresor.
Al parecer, la Audiencia recoge que la noche que se quedaron a dormir en el domicilio de dicho hombre, éste la sometió a diversos tocamientos y sólo paró cuando la niña se puso a llorar, para no despertar al resto de moradores de la casa. Al día siguiente la niña le contó a su madre lo sucedido, pero ésta la ignoró por completo.
Un año después, ya en Canarias y con la familia de acogida, cuando la menor contó que fue violada. Fue en Canarias y el culpable fue el ‘amigo’ de su madre que conoció en las redes sociales, y su madre no la creyó.
“Me violó”, afirmó la joven…y su madre permitió que el ya fallecido se la llevase a su cuarto a dormir…que alguien me lo explique…
La joven no paró de llorar durante el abuso sexual mientras su presunto agresor le tapaba la boca. Más tarde la llevó junto a su progenitora y su hermana.
También declaró la madre por video-conferencia, negando en todo momento lo que contó su hija, ya que afirma que en ningún momento se separó de ellas y durmieron siempre juntas.
Curiosamente, sí afirmó que después de la visita a Jaén tuvo que llevar a la niña al médico, ya que tenía dolores al orinar.
La familia de acogida, con la que ha estado la menor desde que le retiraron la custodia a la madre, también declaró, dejando claro que la niña contó lo sucedido por propia voluntad y de manera espontánea.
Pues bien, con todos estos datos más que contundentes, la Sección Segunda de la Audiencia de Jaén no ve que exista prueba de cargo suficiente para acreditar que la acusada cooperó o facilitó los abusos llevados a cabo sobre su hija, por lo que deja en libertad a la madre.
La Fiscalía había pedido un año y once meses de prisión para la madre por un delito de cómplice de abuso sexual. El Gobierno de Canarias, que también se personó en el juicio, ya que la menor está bajo la custodia de la Dirección General de Protección de Familias, había pedido siete años de cárcel y siete de libertad vigilada.
La sentencia no es firme y menos lo sería si fuese el ‘padre’ el principal sospechoso.