Sólo medio de centenar de personas acudieron al acto ‘podemita’
Alberto Garzón, ministerio de Consumo, un hombre que ya ha hecho el ridículo varias veces a nivel nacional, bueno, a nivel mundial, vuelve a demostrar las carencias que tiene a la hora de actuar como un ministro.
Su absurda huelga con la que pretendía denunciar el sexismo y los estereotipos de género en los juguetes ha sido un rotundo fracaso.
Al acto, que se llevó a cabo ayer en El Retiro, no acudieron ni cincuenta personas. Y eso que el día en la capital de España invitaba a pasear. Pero claro, cualquier cosa era mejor que ver a un par de individuos en un escenario con un oso gigante que iba diciendo tonterías como “llevamos años soportando que nos encasillen, que nos digan que fuimos creados solo para jugar con niños o solo para jugar con niñas. ¡No tiene sentido y no podemos más! Por eso, decimos: ¡basta!”
Lo más vergonzoso de todo es que ese lamentable circo montado por el ministro de Consumo ha costado a los españoles la friolera de 80.000 euros. Tal vez el señor Garzón podía haber destinado ese dinero a juguetes para niños desfavorecidos en vez de tonterías como la de ayer para justificar su buen sueldo por su patética labor.
Lógicamente, las críticas en las redes sociales a tal disparate no han tardado en llegar, tachando el acto de absurdo, de incentivar más el odio entre niños y niñas, de buscar más el separatismo entre sexos…al margen del dineral que ha supuesto tal ‘circo’.
La simbólica huelga de juguetes coincide con la campaña de Navidad del sector cuyas ventas durante estas fechas representan en torno al 70% del total. De hecho, la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ) cargó contra el ministerio por esta campaña ya que, según un comunicado emitido por la patronal, en 1993 el sector juguetero fue el primero en crear un código ético en publicidad en España.