Arrancan parte de la cola de un dinosaurio
¿A qué espera El concejal de Seguridad Ciudadana y Vía Pública, Juan Pedro Torralba, para cerrar el parque? Lo que está claro es que en Cartagena no podemos tener nada que merezca la pena por culpa de unos cuantos ‘animales’.
El Parque Sauces está siendo noticia día sí día también desde que abrió sus ‘puertas’. Y, por desgracia, ninguna de ellas es buena.
Continúan los destrozos del parque que tienen como tristes protagonistas a unos vándalos que no tienen nada mejor que hacer se ve. Ahora ha sido parte de la cola de un dinosaurio.
Anoche fue arrancada de cuajo parte de la cola del ‘Brachilosaurus’. Se desconoce, para variar, quiénes son los máximos responsables.
A este lamentable acto sumen los que se produjeron las navidades pasadas, donde otros ‘animales’, o los mismos, partieron la lengua de otro de los dinosaurios. Todo ello, al margen de los destrozos de los aparatos de gimnasio del recinto, que tuvieron que ser retirados.
Lamentables actos vandálicos que están convirtiendo el parque, más bien, en un jardín sin flores.
Faltan medidas de seguridad
El concejal de Seguridad Ciudadana y Vía Pública, Juan Pedro Torralba, ha dicho que se reparará en cuanto se reciba el material y que desde hace una semana se ha reforzado la vigilancia y la presencia policial, sobre todo por la noche, para evitar nuevos altercados y que sigan destrozando elementos del parque.
“Estamos reforzando la vigilancia para evitar nuevos actos vandálicos en este parque que hemos reinaugurado hace menos de un mes”, señaló el concejal…
En fin, disculpe querido concejal, pero queda más que demostrado que las medidas de seguridad adoptadas son del todo insuficiente.
Recordar que el Ayuntamiento desembolsó cerca de 220.000 euros de dinero público para la restauración del Parque Sauces. Un parque original, bonito y lleno de diversiones para los más pequeños, pero que se echará a perder por culpa de la poca eficacia a la hora de tomar medidas de seguridad desde el la concejalía responsable y, sobre todo, por culpa de unos ‘gamberros’ sin educación ni valores.
