viernes, diciembre 13, 2024

“Hospitales en Cartagena”

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Artículo de opinión de Carlos León Roch

Hospitales de Cartagena…

Los ”mayores…muy mayores”, recordamos cuando solo el Santo Hospital de Caridad (y el de Marina, claro)  existía en nuestra ciudad, realizando una gran labor caritativa, atendiendo a los más desamparados y, complementariamente, a la sociedad civil. 

Ante aquella limitación hospitalaria, un grupo de afamados médicos cartageneros crearon en 1963 un pequeño hospital privado, el Perpetuo Socorro, que les permitió- y les permite- ejercer libremente su profesión. Cientos de nosotros, médicos cartageneros, hemos trabajado allí, con diferentes vicisitudes… 

Y en1972 comienza nueva época hospitalaria, con la inauguración del hospital Santa María del Rosell, que constituyó un hito en la asistencia sanitaria, en el que hemos trabajado felizmente, la mayor parte de nuestra vida profesional al servicio de la Sanidad Pública muchos de nosotros.   

La ampliación de la cobertura a TODA la población (al principio solo estaban cubiertos los trabajadores por cuenta ajena) descubrió la insuficiencia del Rosell, con solo unas 250 plazas de hospitalización y se propició la construcción del magnífico gran Hospital General Universiario Santa Lucía, con 670 camas de hospitalización, y con CASI todos los Servicios médicos…Disponible desde 2011 gracias  a la gestión e ”insistencia” de asociaciones vecinales como ”Cartagena-Futuro”; Colegio de Médicos  y otros…que “convencieron” al entonces Consejero de Sanidad de la CARM Francisco Marqués, a cuya decisión debemos estar inolvidablemente agradecidos… 

Y, tras el innecesario y desafortunado abandono del magnífico Hospital de Marina de la Muralla, el Ministerio de Defensa construyó otro, también magnífico, moderno hospital en la subida de Tentegorra…, de triste y efímera vida, tras la drástica reducción de la dotación militar en la zona. 

Las grandes empresas nacionales de la industria petroquímica del Valle de Escombreras, dispusieron de una cómoda clínica para sus trabajadores al final de la calle Wssel de Guimbarda, posteriormente adquirida  por “otro grupo de médicos”  que, a lo largo de los años la han desarrollado  hasta un moderno hospital médico-quirúrgico abierto a la colaboración con la Sanidad Pública, con las Compañías de Seguros Sanitarios, y  con el público. 

Unos pocos de nosotros, médicos colegiados en 1970 contemplamos esta evolución hospitalaria en la que hemos participado…Y recordamos colegas fallecidos, monjas y enfermeros/as abnegadas y eficaces.  

Y recordamos a pacientes que se nos quedaron grabados para siempre… Unos con éxitos gratificantes; otros con desgraciados desenlaces. 

Y muchos de nosotros- con el recuerdo inolvidable de un error, uno de los muchos que sin duda hemos cometido a lo largo de nuestras vidas profesionales. Error con el consuelo de no haberlo vuelto a cometer… La Justicia y la Sociedad nos exige conocimientos, integridad y dedicación… 

Y la Sociedad sabe distinguir muy bien donde residen esas virtudes.

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