Artículo de opinión de Carlos Léon Roch
Sí, al alba, a las seis de la mañana ( no sabemos si con fuerte viento de levante, como dijo nuestro ministro Federico Tillo Figueroa Martínez-Conde con motivo del incidente de la isla Perejil), se reunían en el clausurado Hospital de la Defensa de Cartagena, varios miembros del ignoto Ministerio de Inclusión, con objeto de evacuarlo para eso…para la “inclusión” en el centro de la ciudad de inmigrantes ilegales, de forma -eso si- “provisional”…
Y es que el clausurado y ahora “evaluado” Hospital General de Defensa, en Cartagena ha sido un hospital “cuesta abajo” … Sucedió “vergonzantemente” al maravilloso Hospital Militar de Marina, construido en el siglo XVIII bajo el insigne arquitecto militar Sebastián Feringán. Un magnífico y modernizado hospital, sin duda el mejor de la Región en los años sesenta, inexplicablemente abandonado al vandalismo, y que solo la providencial aparición de la UPCT lo ha salvado para los próximos siglos…
Y se construyó el Hospital Naval del Mediterráneo, en otro magnífico paraje cartagenero, en la Subida a Tentegorra. Estuvo sirviendo eficazmente durante años a las dotaciones militares… y a los civiles, hasta la inauguración del gran Hospital Santa Lucía, del SMS… Entonces, alrededor de 2011 la desaparición de gran parte de la población militar, de Tierra y Mar, lo hacen innecesario… y es también abandonado… Pero es de justicia señalar los ilusionado- y fracasados- intentos del almirante Nieto Manso para convertirlo en Residencia de Militares dependientes, o retirados…
Han habido varios intentos-frustrados- de que el antiguo Hospital de la Defensa, se transformara en hospital privado
Y estos días, al alba, miembros del ignoto Ministerio de Inclusión están valorando en convertir ese desgraciado heredero el orgulloso Hospital Militar de Marina de Cartagena en un centro para los inmigrantes ilegales que asolan nuestras costas, amenazan nuestra convivencia y cercenan el futuro turístico de la Región.
Como decían nuestros antiguos Papas: esforcémonos para que estas personas, estos desgraciados hermanos que emigran de sus tierras, encuentren en su medio natural los mecanismos que les permitan una vida digna…