El total de la pena puede ascender a cuatro años y medio de cárcel y una multa de seis millones de euros
Arrancó el juicio en el Palacio de Justicia de Murcia contra el expresidente de la Comunidad, Pedro Antonio Sánchez. El Caso Auditorio supuso su hundimiento en política y la dimisión de su cargo. Ha salido absuelto de otros casos y ahora afronta el último escollo.
En este caso, Pedro Antonio Sánchez es acusado de prevaricación continuada, fraude de subvenciones y fraude y prevaricación del proyecto modificado. Por todo ello, la pena podría ascender a cuatro años y medio de cárcel y 19 de inhabilitación especial, más los 6 millones de multa.
Los hechos por los que son juzgados el expresidente arrancan en 2015. En esa época, el imputado, era alcalde de Puerto Lumbreras y encargó, de forma irregular, la construcción de un auditorio al arquitecto Martín Lejárraga (también imputado). Lógicamente, saltó la liebre y el Colegio de Arquitectos de la Región mostró sus quejas por la concesión sin concurso previo. Dicho hecho dio pie a que se hiciese un concurso por parte del Ayuntamiento de Puerto Lumbreras que vulneró sus propias bases.
Al mismo tiempo, y para obtener beneficios mediante una subvención millonaria por parte de la Comunidad, dicho proyecto se ejecutó sobre una parcela que nada tenía que ver con la Corporación local.
Un proyecto con poco futuro que siguió tirando de argucias poco legales, presuntamente, para seguir adelante, ajustando así un presupuesto para evitar su reintegro.
Si el juez decide seguir adelante con el juicio, más de cuarenta testigos desfilarán por el Tribunal. Pedro Antonio Sánchez, Martín Lejárraga, la secretaria municipal, el responsable de la empresa constructora y unos cuantos más.
