Su celebración está prevista para el martes 13 de septiembre
A falta de escasos cinco días el Gobierno ha vuelto hacer de las suyas.
El martes 13 de septiembre está o estaba previsto la celebración del Toro de la Vega de Tordesillas. Pero el Gobierno quiere paralizarlo. Este evento más que polémico, todo hay que decirlo, corre serio peligro. Y es que se ha conocido que el Ministerio de Derechos Sociales ha pedido a la Fiscalía paralizar su celebración, ya que entiende que en las nuevas bases reguladoras existe la posibilidad de que se produzca un delito de maltrato animal.
Se insta a que se paralice este torneo alegando que, aunque se prohíbe dar muerte a este animal, sí se permite clavarle arponcillos, por lo que debe ser considerado un maltrato animal.
Este pasado miércoles, el consejero y portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, anunciaba que el Gobierno regional descartaba derogar el decreto ley aprobado en 2016 para recuperar la muerte en público de la res, y que no se tiene previsto modificar esta normativa en un futuro, después de que la formación de Vox en el ayuntamiento tordesillano presentara hace escasas fechas una moción para recuperar el festejo en su formato original, como bien ha publicado el diario La Razón.
Decir que en este torneo participan cincuenta personas y tienen que colocar una divisa en el lomo del animal mediante una lanza con un máximo de siete arpones.
El Toro de la Vega es un evento de origen medieval, declarado fiesta de interés turístico desde 1980.
Un evento que cobró gran notoriedad ya entrado el siglo XXI por las protestas de determinados grupos animalistas ante el sufrimiento del animal, y donde incluso algunos integrantes de estas plataformas se encadenaban en puntos estratégicos del recorrido para evitar su celebración, generando en algunas ocasiones, actos violentos teniendo que intervenir las Fuerzas de Seguridad.
Desde 2016, mediante un decreto-ley, se prohíbe la muerte del animal.