La manipulación de la verdad de este medio podría llevar al periodista a la cárcel a ser condenado a más de diez años de cárcel
Una de las principales acusaciones que pesan sobre nuestro compañero Josele Sánchez en el juicio por revelación de secretos del caso de La Manada que tendrá lugar el próximo viernes 25 en los Juzgados de Cartagena es la afirmación de que el entonces director de La Tribuna de Cartagena (posteriormente director de La Tribuna de España) había amenazado con publicar el vídeo de lo ocurrido en los desgraciados sucesos que tanta conmoción causaron en España.
De manera absolutamente torticera la cadena televisiva La Sexta (tal y como pueden apreciar en el siguiente enlace) mintió en su información, una información en la que acusaban a Josele Sánchez de amenazar con la publicación y difusión del vídeo íntegro de La Manada. Lejos de ser cierto, si ustedes escuchan el vídeo que acompaña a la información digital de La Sexta observarán que en ningún momento el periodista Josele Sánchez formula tal amenaza:
Que un medio tan sectario y adoctrinador como La Sexta manipule loa verdad es un hecho constatable diariamente; pero que un periodista honesto y valiente pueda ser condenado a más de diez años de cárcel como consecuencia de esa mentira lanzada por la cadena televisiva es algo que debiera conmocionar a toda una profesión que cuando se le habla del tema prefiere mirar hacia otro lado.
Tal y como publicaba el diario La Razón del pasado 13 de noviembre:
“Si hubiese habido una corriente mediática que se hubiese hecho eco de lo que es la verdad, lo que era, las intenciones, el malentendido… hubiera sido más difícil el juicio, pero aquí pesa la versión mediática. Y ha sido unánime en lo falso. Una vez entra en el automatismo del proceso, lo que está funcionando es esa verdad mediática y no la verdad. Por eso yo culpo a la profesión periodística. Los que lo dijimos hicimos lo que pudimos, pero faltaron muchas voces, que reconocían en privado que esto les escandalizaba pero que en público no se atrevían a hacerlo…”.
En esta misma línea prosigue el rotativo dirigido por Francisco Marhuenda:
“Falta un debate social sobre los límites de la parodia y sobre este caso en concreto, sería muy enriquecedor ver opiniones diferentes. Pero en este caso no se genera ese debate, no se atreven”.
Y es que Josele Sánchez es acusado, con peticiones muy importantes de cárcel por dos publicaciones ¡ojo, quede muy claro que los dos textos de los que se le acusa son artículos de opinión y no noticias, perfectamente identificados como tales! Por pensar lo que pensaba mucha de la opinión periodística pero que nadie se atrevió a llevar a la luz.
Nada más conocerse la sentencia, sin que ninguna de las líderes feministas de este país hubiera podido leer la resolución judicial y sin que ninguna de las cientos de miles de mujeres que se echaron a las calles de España bajo los lemas “Hermana yo sí te creo” y “No es abuso es violación” hubiera visto el vídeo de los hechos, se inició una carrera hasta entonces desconocida hacia la ocupación popular del poder judicial. Es increíble. Se puede tener un debate sobre si la acción de los miembros de La Manada fue moralmente aceptable o no.
Josele Sánchez, que sí había visto el vídeo y pese a defender la inexistencia de violación llegó a calificar a los miembros de La Manada de bastardos, mascachapas y poco hombres. Pero estamos hablando de un proceso penal que debía juzgar unos hechos y no la actitud de sus participantes ni el desprecio moral que nos puedan producir. En esta sociedad mucha gente confunde “me parece bien” o “me parece mal” con “es justo” o “es injusto”. Y esto que está ocurriéndole ahora al periodista Josele Sánchez, aunque a algunos pueda parecerle mal su opinión, no es justo.