Salvajemente agredida, violada, estrangulada…una monumental paliza que le ha causado un daño cerebral permanente. No puede hablar y tiene dificultad para mover los brazos y las piernas
Esta noticia no la verán en la prensa. Joven extranjero destroza la vida de una niña ‘blanca’ de nueve años…no interesa que se sepa. Fue publicada el 17 de diciembre por el medio Expressen (Suecia) y este diario ha tenido conocimiento de ello gracias a una publicación de Alvise Pérez.
Alvise publicó en redes sociales la tremenda e impactante foto bajo el título “Un etíope ha torturado y dejado moribunda a Luna, una niña Blanca sueca, de 9 años, en Skelleftea. Fue encontrada desnuda y estrangulada. Aunque aún pudieron reanimarla, el estrangulamiento dejará a Luna con un daño cerebral permanente. Ha perdido el habla y parte de su movilidad”.
Bien…este diario, tras ver dicha publicación, comenzó a investigar para conocer más datos. ¿Saben qué? Ningún medio español ha publicado nada. ¿Por qué? Muy fácil. El salvaje agresor es un etíope de 15 años. Uno de esos niños que ‘integraron’ por narices y que ha destrozado la vida de muchas personas.
La noticia fue publicada hace tres días por un medio sueco y nadie se ha hecho eco, al margen de Alvise Pérez. La noticia es brutal. Es para que el mundo entero hablara de ello, pero ya sabemos cómo se las gastan estos progres y sus medios de comunicación; La Manada de los San Fermines, George Floyd, noticias sobre que hombres blancos y heteros matan a sus hijos…y cuando es una mujer la responsable…pues lo adornamos…la bazofia bien subvencionada de siempre.
Pero aquí está cuartaedicion.com que, gracias a la información que aportó Alvise Pérez, va a contar con pelos y señales lo que le sucedió a esa pobre criatura.
Luna, una niña preciosa de 9 años se puso su mochila, cogió su bicicleta, se despidió del centro educativo y puso rumbo a su casa en Möro Bake (Skellefteå). Lo que sucedió después jamás lo sabremos. La tortura a la que fue sometida por un etíope de 15 años fue tan descomunal que la menor tiene daños cerebrales permanentes. No puede hablar y casi no puede mover las piernas y brazos.
Con el cordón de su propio zapato al cuello
Nadie sabe exactamente cuánto tiempo estuvo Luna herida en el suelo, sin ropa, con el cordón de su propio zapato atado alrededor de su cuello como un estrangulamiento. También fue atada con cuerdas alrededor de su cuello a un árbol (tan fuerte que dejó marcas en el tronco). Cuando la encontraron, yacía en el suelo y respiraba con leves jadeos. Según los médicos, estuvo al borde de la muerte.
Los responsables del juicio tuvieron que pedir perdón a la familia por lo que allí se iba a hablar. Y es que estamos informando de una de las palizas más horribles que se han escrito en este diario.
Culpables de esta atrocidad
El etíope de 15 años, claro está. Pero hay más. Muchos más responsables de tal atrocidad.
Estamos hablando de aquellos que sabían del comportamiento de este joven. Sabían que era un peligro andante y no hicieron nada por evitar la tragedia que más tarde sucedería. Era cuestión de tiempo y al final la que ha salido perdiendo ha sido una niña inocente de nueve años. Una niña y su familia, que desde ese día vive un auténtico infierno.
Para empezar, tanto el centro educativo como los más cercanos sabían que el responsable no tenía 13 años, como de cara al público se vendía. Tenía 15 años y un comportamiento de lo más preocupante. Tuvo vario incidentes con niñas. Todos por abuso sexual…y seguía campando a sus anchas.
El 19 de octubre, el tribunal de distrito de Skellefteå dictaminó que el joven de 15 años es culpable de intento de asesinato y violación con agravantes. El 30 de noviembre llegaron los resultados de la investigación psiquiátrica forense. Mostró que el joven de 15 años sufría de un trastorno mental grave tanto cuando agredió a Luna como ahora. La investigación también concluyó que el riesgo de reincidencia en delitos graves de naturaleza similar es alto. Pero no se preocupen, que volverá a la calle más pronto que tarde.
Este es otro de esos ‘niños’ que vienen a cambiar el mundo. Y vaya si lo ha cambiado. Sólo tienen que ver cómo dejó a la pequeña de 9 años…