Pendientes de una reunión con la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo y la delegada especial del MITECO
Los vecinos de la urbanización de Bahía Bella, situada junto a la desembocadura de la rambla del Albujón en el Mar Menor, siguen esperando la ayuda de las instituciones para abordar los problemas de evacuación de aguas residuales y pavimentación del viario que vienen sufriendo desde hace años.
En este momento están pendientes de una reunión con la Alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, y la delegada especial del MITECO (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico), Paca Baraza, para desbloquear las ayudas de los fondos de recuperación Next Generation destinadas a asociaciones que inviertan en obras que mejoren la conservación de los ecosistemas y su diversidad y la preservación del espacio litoral y los recursos hídricos.
La urbanización fue construida alrededor de losa años 80 y 90 del siglo XX, aunque surgió de manera irregular sin la aprobación de un plan parcial o proyecto de urbanización. Por ello, la mayor parte de las viviendas fueron construidas sin licencia y no están por tanto legalizadas, aunque sus propietarios están tratando de legalizar su situación desde hace tiempo. Actualmente existen unas 500 parcelas, además del camping, actualmente abandonado. En la Asociación de Vecinos se agrupan 305 propietarios.
La urbanización carece de red de saneamiento, por lo que se sirven de fosas sépticas para la evacuación de las aguas residuales. Con los niveles que tiene actualmente el nivel freático en esa zona del acuífero, es posible que se esté produciendo cierta contaminación de las aguas subterráneas. Por este motivo, los vecinos de Bahía Bella vienen siendo señalados por diversos medios como posible causantes de vertidos orgánicos y por tanto de la contaminación del Mar Menor.
Para evitar que se les haga responsables de posibles daños ecológicos y con el fin de regularizar en lo posible la situación, los vecinos han contratado la redacción de un proyecto en el que se basará la construcción de una red de alcantarillado que impedirá que sus aguas residuales puedan contaminar el acuífero y perjudiquen la calidad de las aguas del Mar Menor, invirtiendo en ello más de 30.000 de €.
Además de poder optar a las ayudas que gestiona el MITECO, piden al Ayuntamiento que instrumente una contribución especial para financiar las obras, presupuestadas en unos 3 millones de euros y que los vecinos están dispuestos a pagar de su bolsillo, posibilidad que está prevista en la Ley Reguladora de las Haciendas Locales. Por su parte, El Ayuntamiento de Cartagena alega que como no tiene la titularidad de las calles, no le es posible invertir en una propiedad privada y que por eso no puede afrontar las obras directamente. Solo hay que ver la forma de hacer efectiva la cesión de ese viario al municipio.
Sin embargo, en la parte de la urbanización que cae dentro del municipio de Los Alcázares sí se han realizado obras de pavimentación y de alcantarillado, y no se han encontrado tantas pegas burocráticas, por lo que ayudar a éstos vecinos parece más cuestión de voluntad política que de impedimentos legales.
El pasado miércoles el concejal Gonzalo Abad del grupo municipal de Vox, se reunió con un grupo de vecinos y con la vicepresidenta de la A.VV., Amparo Moreno, para analizar las posibles soluciones y conocer de primera mano las inquietudes de los propietarios. En estos momentos están pendientes de las soluciones administrativas que se puedan articular, pero no creen conveniente abordar un arreglo inmediato de las calles, ya que si las obras de alcantarillado se pueden afrontar en breve, habría que levantar de nuevo los viales, con el problema añadido de la altura del nivel freático, que dificultaría la ejecución de los trabajos.
El Pleno del pasado mes de octubre aprobó por unanimidad una moción presentada por el mismo concejal proponiendo este tipo de soluciones al Ayuntamiento, de la cual que salieron muy ilusionados los vecinos que asistieron a la sesión. Ilusiones que se van desvaneciendo a medida que pasan las semanas sin ver ningún avance significativo.
