La Audiencia Nacional los vuelve a exculpar
Tiempo al tiempo. Luego vienen las madres mías, pero aquí estará la hemeroteca para señalar a los culpables con nombres y apellidos.
La Audiencia Nacional vuelve a absolver a los cinco presos que estuvieron en el punto de mira por formar un grupo terrorista en las cárceles en favor de DAESH mediante el envío de cartas a otros reclusos con la defensa por bandera de la organización yihadista.
Los magistrados de la Sección Cuarta de la Sala Penal dictaron sentencia absolutoria allá por el mes de octubre del año pasado. Dicha sentencia fue anulada más tarde por la Sala de Apelación.
Pero El Tribunal ha vuelto a fallar a favor de estos presos, una vez subsanados los defectos que determinaron la nulidad. Mohamed Achraf, Mohamed E.G., Karim A.M., Abdelah A.A y Lahcen C. quedan absueltos de los delitos de constitución de grupo terrorista, de colaboración con una organización terrorista y de captación y adoctrinamiento terrorista.
Todas las pruebas volvieron a ser analizadas. Especialmente, las cartas emitida y recibidas desde la prisión.
Según el Tribunal, dichas cartas no pueden considerarse como pruebas condenatorias…ojo, ¡más bien lo contrario!, ya que “los informes policiales que siguen a la lectura y examen de cada una de las misivas son meras interpretaciones de los funcionarios investigadores, sin tener en cuenta la esencia y los requisitos de los cargos criminales dirigidos contra los acusados”.
Para los jueces estas cartas son bastante normales entre presos de la misma condición. Es decir, en defensa del terrorismo, procurando el apoyo mediante citas religiosas (muchas de ellas con contenido radical, violento y terrorista), pero sin especificar ningún acto futuro que implique un supuesto acto terrorista yihadista.
Así que, por todo lo expuesto, “una vez desprovistas las misivas analizadas de los esenciales elementos intencionales o tendenciales expuestos por los funcionarios investigadores, no podemos conferir consecuencias criminales al contenido de las cartas, por mucha simbología yihadista y figura islamista que figue en ella”.
Punto y final…o seguido…esperemos que no.