martes, mayo 21, 2024

El calvario de cinco mossos acosados, supuestamente, por sus superiores y menospreciados por la Generalidad de Cataluña

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El sistema institucional exoneró a los ‘culpables’ de pagar una fianza de 85.000 euros

Mossos de Tarragona, unidad de los ARRO (Área Regional de Recursos Operativos). Allí, cinco agentes curtidos en mil batallas vivieron (y viven) un auténtico calvario. Y lo peor de todo es que no tuvieron apoyo alguno. Es más, sufrieron amenazas de todo tipo en redes sociales y demás, y el menosprecio de la Generalidad de Cataluña.

Pero en fin, es el día a día de esta institución, según nos cuentan muchos de esos agentes que están bajo su tutela.

Cinco mossos no aguantaron más la situación y denunciaron a sus superiores; Anton G.D., Ramon M.A. y Agustí M.M. por mobbing laboral desde el año 2012. Fíjense si el asunto fue grave que el juez impuso a los denunciados una fianza de 85.124 euros. Pero la Generalidad de Cataluña exoneró a los culpables de pagar dicha fianza…¿Por qué?

Ahora se ha dictado auto de apertura de juicio oral, que tendrá lugar los días 12, 13 y 14 del próximo mes de junio. Los agentes llevan batallando una década, pero la historia está a punto de terminar.

Estos agentes siempre fueron considerados ‘rebeldes’. No se, tal vez por ir contra el ‘sistema’ establecido en la Generalidad de Cataluña. Interpusieron varias denuncias ante decisiones de las consejerías o mandos en sus distintos destinos…y al final todos acabaron ‘juntos’ en Tarragona.

“Cuando vi las denuncias que había y el ambiente en el ARRO de Tarragona, me chocó la cantidad de agentes afectados. No era normal”, relata a El Confidencial Fran Reina, secretario de Organización del SPC.

El acoso se produjo durante años. Cada vez que alguno de ellos levantaba la voz (algunos de los denunciantes han necesitado tratamiento psicológico).

“En un principio, cuatro mossos denunciamos a los dos sargentos e hicimos una nota al jefe de regional de los ARRO con nuestras discrepancias. Poco después, en vez de llamarnos el jefe, nos llamaron los de la División de Asuntos Internos (DAI). Nos hicieron ir a hablar con ellos y querían abrirnos expediente, aunque se negaron a decir de quién provenía la orden. El tema, al final, se archivó”, relató uno de los denunciantes a El Confidencial.

Por cierto, y como bien remarca el diario citado y de donde hemos sacado esta información, la DAI es una unidad más que peculiar cuyos procedimientos han sido puestos en duda en varias ocasiones, hasta el punto que la Audiencia Nacional tuvo que actuar. Dicho ésto…

La grabación oculta

Los sucesos se estaban desarrollando de manera poco normal, pero todo empeoraría cuando los denunciantes fueron llamados uno a uno por el inspector jefe.

Éste, después de mantener una reunión en su despacho con cada uno de los denunciantes, acusó a los damnificados de faltas de respeto hacia su persona.

“Nos dijo que era una reunión cordial y no quería que estuviese presente nadie”, apuntó el agente a El Confidencial. De amistosa, lógicamente, la reunión tenía poca, pero lo que no sabía dicho inspector es que estaba siendo grabado por cada uno de los citados de manera secreta. Una vez concluidas las reuniones ‘secretas’ con cada uno de los mossos, el inspector denunció ante la DAI por faltas de respeto.

Todo era una excusa para deshacerse de los denunciantes, como bien comentó el agente entrevistado. La DAI abrió expediente en el que se pedía la pérdida de destino y una sanción se deis días de empleo y sueldo…pero sacaron las grabaciones…y se paralizaron los expedientes…siguen abiertos pero no se han movido.

Consecuencia de la denuncia ante la DAI y de las acusaciones del inspector, los agentes (luego, se sumó otro más, hasta llegar a los cinco) denunciaron penalmente a su superior por un supuesto delito de falsedad documental, una acusación que se ha sumado a las de la denuncia inicial por delitos contra la integridad moral y lesiones, como bien informa El Confidencial en su artículo.

Brutales ataques en redes sociales

Al mismo tiempo, en distintas redes sociales comenzó una persecución contra esos mossos ‘rebeldes’. Un auténtico linchamiento público donde se dio nombres de familiares de estos agentes, al tiempo que se divulgó su domicilio y demás. Hechos por cierto, que ya denunció cuartaedicion.com en su día a través de nuestra colaboradora Inma A.

Daban detalles que dejaban bien claro que las filtraciones se habían producido desde dentro del cuerpo, ya que disponían de toda la información revelada.

¿Saben qué hizo la DAI? NADA. Jamás se descubrió a los autores de tales delitos aunque parecía bien fácil descubrirlo.

El juez lo tuvo muy claro cuando vio las pruebas que habían ido acumulando los agentes e impuso la fianza de 85.124 euros a los tres mandos acusados. Pero, por sorpresa, esa fianza fue cubierta por la propia Generalidad, dejando bien claro su posicionamiento en este caso y menospreciando a sus propios agentes por defender a los altos mandos. ¿Por qué? ¿Más afinidad ideológica?

Juzguen ustedes mismos.

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