La llegada de otro agente en el momento del forcejeo evitó la tragedia
Ocurrió en la capital de España la pasada madrugada. En pleno centro para ser más exactos. Una agente perseguía a un individuo que se había escapado anteriormente a un control de identificación policial cuando sucedió el serio incidente.
Minutos antes de los graves hechos la actitud de este inmigrante había levantado las sospechas de los agentes y, efectivamente, las sospechas eran acertadas, ya que este marroquí había robado varios teléfonos móviles.
Se inició así una persecución y la policía lo interceptó. La agente mantuvo un forcejeo con este marroquí de 30 años hasta que ambos fueron al suelo. Fue en ese momento cuando el delincuente intentó coger el arma de la policía, que había llegado a desenfundar.
Por suerte, la actitud de la agente y la llegada del otro compañero evitó males mayores y entre ambos pudieron detener a este ilegal que viene a enriquecer nuestra cultura a base de robos e intento de agresiones.