sábado, julio 27, 2024

¡Ya empezamos!

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Un artículo de Pepe Aguado

El pasado sábado, día 17 de junio, asistí a la toma de posesión de los nuevos ediles de Ayuntamiento de mi ciudad, que es esta Orihuelica del Señor. Consciente de que, debido a mis deficiencias auditivas, no iba a enterarme de nada y de que tendría que recurrir después a los medios de comunicación, para conocer el contenido de los diversos discursos, me presenté allí para captar el ambiente.

Trate de acceder al salón de actos; pero, al acercarme a los vigilantes que se encontraban a pie de escalera, quedé como Bolaños en Madrid y tuve que conformarme con una silla en el amplio portal, para contemplar en una pantalla los actos que tenían lugar en la planta superior.

Los acontecimientos de este tipo siguen un meticuloso protocolo que es, más bien, una liturgia. En el caso que nos ocupa, el primer paso fue constituir la Presidencia con lo que suele llamarse “Mesa de Edad”, que ejerce su función hasta que, terminado el escrutinio, los ocupantes ceden sus puestos a los titulares elegidos.

Al estar en el único lugar permitido para los no seleccionados, pude observar las reacciones, con gestos y aplausos, que mostraban los demás asistentes, dependiendo del partido al que perteneciese quien hiciese uso de la palabra: aplausos, para unos, y silencio, para otros.

Ya en casa, he logrado meter en el ordenador el audio de algunos trozos de los discursos y enseguida he pensado: ¡Ya empezamos!

Sí, conciudadanos. Los parlamentos de España, y en especial el Congreso de los Diputados, se caracterizan por que, en vez de analizar, discutir y poner solución a los problemas del país, suelen limitar su actividad a que los de la oposición desprestigien a los gobernantes, para poder ocupar sus puestos, y los gobernantes desprestigien a la oposición, para que no se los birlen. A los pocos minutos de nacer el nuevo consistorio, ya se han visto los primeros ataques que, al no poder referirse a una gestión aún no iniciada, toman como base actos anteriores que no vienen a cuento.

Empecemos por el nuevo Alcalde, D. José o, mejor dicho, Pepe Vegara, del Partido Popular. Se mostró dispuesto al diálogo y hasta lo pidió, seguro de que si todos llegasen a acuerdos, con respeto y diálogo constructivo, dejando a un lado partidismos políticos o personales, ganaría mucho Orihuela y también la clase política. También dijo que la Política es el oficio más noble del mundo. Esas palabras me hicieron pensar, pues soy de los que hemos dicho muchas veces que la Política es un desastre, una vergüenza. Al final, llegué a la conclusión de que el Sr. Alcalde está en lo cierto: la Política en sí es irreprochable y lo repugnante e inmoral es el comportamiento de muchos políticos.

Añadió que trabajará para todos por igual, aceptando un mandato del pueblo.

Sus palabras fueron excelentes. ¡Ojalá sus hechos sintonicen con ellas!

El discurso de Manuel Mestre (VOX) se mantuvo en una línea similar a la del nuevo Alcalde, destacando la obligación de tener “respeto mutuo y con reconocimiento de nuestro objetivo compartido y ayudar a la gente de Orihuela” Añadió: “Debemos asegurarnos de que las personas estén seguras y protegidas. Debemos ser administradores sabios, horados y prudentes con el dinero público”.

Analicemos ahora la intervención de Carolina Gracia, dirigente del primer partido de la oposición.

Da la impresión de que, en su opinión, el nuevo Alcalde carece de sensatez, al haber pactado con VOX, a quien, siguiendo lo que ya se ha convertido en una tradición izquierdosa, llama “extrema derecha”.

Se queja de que, por culpa del pacto de gobierno, “tenga que ser la ultraderecha quien gestione el área de cultura, que sea la ultraderecha la encargada de difundir y proteger, desde el ámbito municipal, la obra y memoria de nuestro querido poeta Miguel Hernández”. Esta pobre ignorante minusvalora a Miguel Hernández, pues no se ha enterado todavía de que su obra es tan conocida y valorada que no necesita la difusión y protección de nadie y, mucho menos, la de un rojerío que lo único que hace es embadurnarla con su repugnante ideología.

Es evidente que esta pobre despechada, a quien repugnan los pactos PP-VOX, admite como grandes logros sociales el suyo con Ciudadanos y los innumerables de su partido, cuyo conocimiento es lamentablemente de dominio público. Su forma de expresarse hace pensar que su derrocamiento le resulta muy doloroso. Ésa es su ideología, que, como se ha demostrado, no es compartida por la mayoría de los oriolanos.

D. José Aix, de ese partido agonizante a nivel nacional, llamado Ciudadanos, se lamenta tristemente porque considera que no puede felicitar en este día a la sociedad de Orihuela. No se preocupe, Sr. Aix. Según se ha demostrado en las urnas, la mayoría de los habitantes de Orihuela están hoy muy contentos, sin necesidad de su felicitación. Lamento su tristeza.

Para concluir su intervención, el Sr. Aix vaticina una ruptura del pacto PP-VOX y augura un cambio de alcalde antes del fin de la legislatura. Repito sus palabras: “tiempo al tiempo”.

Creo que D. Carlos Bernabé, de Cambiemos Orihuela, podría ya retirarse de la política, porque el cambio ya se ha producido, aunque, según se manifiesta, podemos pensar que para él ha sido terrible y ha sobrepasado no sé qué líneas rojas.

Ha enumerado con firmeza y hasta con entusiasmo los mantras engañosos de la izquierda contra VOX y, para terminar, ha traído a colación una cita nada significativa del Thomas Hobbes, filósofo inglés del siglo XVII. No veo que la cita venga a cuento, sino que quien recurre a ella queda como un pedante. Esto de hacer en los discursos citas, desconocidas generalmente por la plebe, suelen no servir para nada; pero se queda como si se fuese una persona culta.

Está claro que aún no hemos empezado; pero…

¡Ya empezamos!

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