Tampoco se han reforzado las plantillas que deben velar por la seguridad
Nada de nada. Eso es lo que ha hecho este Gobierno.
Más de dos años de cierre por la surrealista pandemia y demás. Tiempo suficiente para que nuestro Gobierno hiciese los deberes y reforzase las plantillas de sus fuerzas de seguridad y garantizar así el bienestar de los ciudadanos. Pero nada de nada.
Las fronteras de Ceuta y Melilla han reabierto hoy. Concretamente, los pasos fronterizos de El Tarajal en Ceuta y la de Beni Anzar en Melilla.
Y han reabierto como si nada hubiese ocurrido. Atrás queda el asalto masivo en Ceuta hace un año de diez mil inmigrantes que tantos altercados graves produjo y que llevó a que tuviese que intervenir el Ejército. Era el momento para que nuestro Gobierno actuase. Prometió hacerlo… pero poco más.
Ceuta y Melilla siguen dependiendo de las fuerzas que llegan desde la Península. Refuerzos que cuando ven el panorama al que tienen que enfrentarse, regresan a su destino anterior, por lo que los agentes destinados a dichas tierras están literalmente vendidos.
La Asociación Española de Guardias Civiles soñaba que dicho ‘parón’ sirviese paras que el Gobierno ampliase las plantillas y demás. Al mismo tiempo, esperaban soluciones para los problemas colaterales que lleva consigo el salto masivo de inmigrantes; drogas y tráfico de personas…pero nada de nada. Todo sigue igual.
Por último, esperaban tener por escrito protocolos de actuación para que los guardias civiles estuviesen protegidos en el ámbito jurídico…pero ni eso.
Cuatro guardias civiles para 20.000 personas y 3.000 vehículos al día
Por otro lado, JUCIL, Asociación Profesional Justicia para la Guardia Civil, ha querido destacar las condiciones tan lamentables en las que se encuentran actualmente los agentes que trabajan en las fronteras.
Por ejemplo, El Tarajal está controlado diariamente por 2 o 4 guardias civiles. Un máximo de 4 para 20.000 personas y 3.000 vehículos. Unos números demasiado desproporcionados.
JUCIL está convencido que la reapertura de los pasos fronterizos entre Ceuta y Marruecos traerán más asaltos masivos como el de hace un año y que nuestros políticos no han hecho absolutamente nada. Sobre todo, tras el anuncio de Marruecos advirtiendo que controlará el comercio atípico, ese con el que se evita la fiscalidad de la frontera.
En definitiva, nada ha cambiado. Faltan medios. Falta personal. Faltan mejoras en infraestructuras. Muchas promesas de nuestro Gobierno y nada ha cumplido, para variar.