Exhumación de los restos mortales de José Antonio de Rivera y Sáenz de Heredia
Hoy, en el natalicio de José Antonio Primo de Rivera y Sáenz de Heredia, en el que se conmemora el CXX aniversario de su existencia eterna y permanente en nuestros corazones del mayor hombre que ha dado el siglo XX, a las 5:30AM, se ha producido la exhumación de sus restos mortales. Instaurados en la basílica del Valle de los Caídos, también conocido como el valle de la paz. Sus restos han sido conducidos al cementerio de San Isidro.
Siento profunda lástima y en lo que respecta a la familia me reservo mi opinión, la cual muchos camaradas podréis dilucidar el parecer que tengo en mente y expreso. Por sus actos, les conoceréis: Mateo 7, 15, 20. Ellos ya han quedado retratados.
Pero ¿qué hemos hecho nosotros para remediarlo?
Sirva como pregunta retórica. Nuestros enemigos siempre han ido de frente, mostrando su verdadera tez en lo que respecta a los que hemos militado o simpatizado en organizaciones de índole social patriota. Me vais a permitir que ponga el visor de la mira telescópica en las organizaciones de envergadura Nacional sindicalistas.
La Falange y Falange Española de las Jons. Hemos recibido la pasividad y la manipulación de las denominadas; derechas sociológicas, que han empleado su nombre en vano y en detrimento de las clases populares, incapaces de paliar a la patria y mitigar el sentimiento de justicia social.
La izquierda, sensu contrario siempre ha profesado y emanado una cólera como la de Aquiles en la Ilíada de Homero hacia la figura de José Antonio, falange y los falangistas. Desde tiempos pretéritos e incluso antes de que se propiciase la guerra civil en España. Hablo de esa cloaca que carece de tres atributos que todo hombre debe portar: honor, lealtad e integridad.
Asesinando a José Antonio en la cárcel de Alicante y ahora turbando su descanso eterno, al hombre que permanece en los luceros y que posiblemente y con mucha razón esté del todo insatisfecho con nosotros por nuestro comportamiento en las últimas décadas.
Me gustaría resaltar una conversación que tuve con un camarada en el periodo cálido y estival del año pasado. Un camarada al que le profeso mucho aprecio, pero con el que discuto regularmente. Pero el corazón posee sentimientos que la razón desconoce.
Él me aseveró esto con suma rotundidad. Falange española de las jons ha de ser una sola sigla y no múltiple. Radicando el problema en las cuitas internas, errores que hemos cometido y no excluye a este humilde servidor y poco compromiso hasta que el sistema creó sus propios anticuerpos.
El régimen del 78 amamantó, solapó y engendró a Podemos, escorado a babor y a Vox escorado a estribor.
¿Dónde se posicionaron muchos de “los denominados” camaradas? En Vox cuando la organización pistacho. En el pecado lleva la penitencia. Eso sí, no seré yo el que expida el carné de ortodoxia, pero no exime por el contrario recalcar que Vox no son de los nuestros. Ni tan siquiera un revulsivo contra el sistema.
Falange y la doctrina nacional sindicalista es otra cuestión bien distinta. Repudiamos la democracia inorgánica, pero poseyendo el binomio de que a la izquierda, derecha y separatistas les repatea nuestra presencia.
A los unos, porque se divide el voto. A los otros porque nos conducirían si pudieran de nuevo al patíbulo y nos aplicarían el tiro de gracia. En el caso de José Antonio Primo de Rivera, tal y como han hecho, exhumarlo ante la mirada tenue de la familia e indignación por parte de los que le veneramos y profesamos; devoción, fe y respeto en un ideal superlativo.
Eso no impide que él como caído y el resto de fundadores, militantes de falange y miembros que han nutrido y copado, las filas de azul mahón proletario, junto con el yugo y las flechas rojas incrustado, estén satisfechos con nuestra penosa y deplorable actitud. Sí, lo manifiesto y expreso.
Sin más preámbulos y dilación, José Antonio…perdónanos y como no al unísono te versamos en el día de tu natalicio la siguiente declaración de intenciones.
