viernes, noviembre 22, 2024

“Para empezar”

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Artículo de opinión del nuevo colaborador de cuartaedicion.com, Pepe Aguado

¡Pues sí! Quiero empezar ésta, mi primera colaboración con Cuar-taEdición.com, saludando cordialmente a sus lectores, que son siempre el alma de toda publicación: sin ellos no podría disfrutar del placer de escribir y dar rienda suelta a mis pensamientos, a veces peregrinos.

No espero ni deseo que estéis completamente de acuerdo con las opiniones que vaya dejando caer en mis aportaciones; pero sí pienso lo mismo que Miguel de Cervantes sobre sus Novelas Ejemplares: que de ellas se podía sacar algún ejemplo o enseñanza.

En segundo lugar, doy mis gracias sinceras a cuartaEdición.com, por abrirme las puertas de su medio de comunicación, que tiene como lema “Periódico libre e independiente, sin subvenciones y al servicio del ciu-dadano”. Es exactamente lo que más necesitamos en España: quitar mu-chas subvenciones injustificadas y mejorar el servicio al ciudadano.

Y ahora, para que podáis conocerme, toca hablar un poco de mí mismo. Soy Pepe Aguado, un tipo raro, extravagante, un poco loco, cargado de años y de experiencias, tanto terribles como jubilosas.

Entre mis diversas aficiones, a veces vicios, ha destacado la más bara-ta, que es pensar, para llegar a conclusiones que me han llevado al éxito, unas veces, y otras al fracaso. Si hay alguien que cree que no le ha ocurrido lo mismo, puede tener la total seguridad de que lo considero gilipollas.

Tal vez os parezca que carezco de modestia; pero tengo que decíroslo. Un periódico me calificó en su portada con cuatro palabras que, desde entonces, me llenan de satisfacción e hinchan mi vanidad: “Pepe Aguado, un escritor políticamente incorrecto”. Incorrecciones como ésta denotan que hay, por lo menos, un ápice de corrección. Sigo y seguiré siendo política-mente incorrecto.

He vivido en mi Madrid natal y en las provincias de Guadalajara, Cuenca, Barcelona, Málaga, Murcia y ahora Alicante. Siento mucho apego por todas ellas; pero, por encima de todo, soy ESPAÑOL. No un español fanatizado por exaltar las glorias pasadas que enriquecen nuestra Historia y que debemos conocer, recordar y agradecer a nuestros antepasados, sino preocupado por el porvenir de las generaciones que me siguen. Mi futuro lo considero ya tan breve, que lo afronto con optimismo y no me preocupa.

En una obra pequeña, que titulé Nuestra pobre España en verso, pu-se dos sonetos (uno, al principio y otro, al final) en los que vuelco mis sin-ceros sentimientos. Os los ofrezco aquí, para darme a conocer mejor.

Prefacio

Ante tantos motivos de tristeza,

por ver a nuestra España devastada,

alzo mi voz, por el temor ahogada,

aunque sacando fuerza de flaqueza.

Los años no me restan entereza,

pues, ante situación tan complicada,

mi pobre pluma, por la edad cansada,

no siente cobardía ni tibieza.

«Me duele España» proclamó Unamuno

y comparto su triste sentimiento

Yo no sirvo a político ninguno.

Como ESPAÑOL, elevo mi lamento.

Quiera Dios que mi verbo sea oportuno

y logre difundir mi pensamiento.

Epílogo

Basado en la experiencia, he pretendido

exponer el profundo sentimiento

que tengo, al ver con pena el detrimento

de una Patria que tan gloriosa ha sido.

En mis ochenta años, no he vivido

un periodo de tal abatimiento.

La guerra no nos sirve de escarmiento.

¿A qué sacar el odio del olvido?

Compatriota español, sólo persigo

que puedas conocer al que te engaña.

Me siento satisfecho, si consigo

ayudarte a limpiar esta cizaña.

Sólo te pido proclamar conmigo,

gritando, fuerte y claro,

¡VIVA ESPAÑA!

Deseo que tengáis leyéndome tanto placer como yo escribiéndoos.

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