El delegado del Gobierno en Madrid llama a la cautela ya que “no se puede incumplir las medidas del estado de alarma”, pero España está dividida y la oposición exige responsabilidades ante la nefasta gestión del coronavirus
Núñez de Balboa. No olviden este nombre porque la calle de Madrid se ha convertido en el ‘punto de encuentro’ de la oposición al Gobierno.
La nefasta gestión del coronavirus por parte del Ejecutivo con casi 30.000 muertos a la espalda desde que arrancó la pandemia, sus continuas mentiras, sus absurdas informaciones y especialmente el estado de alarma al que tiene sometido Sánchez al pueblo español desde hace ya más de dos meses, han hecho que la ciudadanía que no está conforme con el gobierno socialista reaccione.
Las caceroladas, que empezaron más bien como una ‘burla’ sin mayor importancia, van cogiendo peso con el paso de los días y la calle de Madrid, Núñez de Balboa, se ha convertido en el estandarte a seguir.
Todos los días, a las 21.00 horas, la calle se ‘infecta’ de personas, banderas de España en mano, que protestan sin parar contra Sánchez y compañía. Exigen libertad. Exigen dimisión de un Gobierno que ha demostrado NO estar a la altura de las graves circunstancias. ¿Lo hubiese hecho mejor la oposición? Nunca lo sabremos. Tal vez no, pero eso no importa. Lo que realmente importa es que el que ‘manda’ en estos momentos exaspera a su pueblo.
Sánchez no tomó demasiado en serio las cacerolas, pero con el paso de los días comienza a ser bastante molesto el ruido que emite la población española al grito de “dimisión”.
Por ello, el Gobierno quiere tomar medidas al respecto. En teoría, el aumento de las fuerzas de seguridad en la calle Núñez de Balboa a la hora de la ‘manifestación’ es por la seguridad de la ciudadanía, para que se respeten las normas de seguridad. “Una cosa son las caceroladas que todo el mundo tiene derecho a manifestarse como quiera, pero otra cosa es incumplir las medidas del estado de alarma. Nosotros, a través de la Policía, tratamos de que se cumpla la Ley para mantener la distancia y que no se produzcan aglomeraciones”, aseguró José Manuel Franco, delegado del Gobierno en Madrid.
Pero tal vez es que Sánchez y compañía comienzan a temer una revuelta a nivel general. Que la calle Núñez de Balboa sea el icono a seguir por cientos o miles de calles. Temor a perder el control del orden público porque las manifestaciones todos los días a las 21.00 horas seguirán a lo largo y ancho de la calle Núñez de Balboa. Bandera de España en mano y el mayor ruido posible para dejar claro que Sánchez no debe seguir al mando de la nación.
La ‘izquierda’ ve peligrosa la micro-manifestación de la calle Núñez de Balboa
Curioso la verdad. La manifestación del 8M era necesaria y no ponía en peligro a la población con una pandemia a las puertas, pero que la gente se reúna en una calle (la gran mayoría con medidas de proteccion) puede ser preocupante para el bienestar de la población.
Eso es lo que dicen los simpatizantes de Sánchez, que ven la ‘manifestación’ de Núñez de Balboa fascista por el protagonismo de la bandera de España. Una reunión de cuatro ricos que quieren saltarse las normas, según los fanáticos de Podemos.
Por el contrario, PP y Vox están a favor de dicha manifestación, siempre y cuando se respeten todas las normas de seguridad establecidas.
Comienza así otra lucha política, con la calle Núñez de Balboa como punto estratégico. Una calle que puede convertirse en el ejemplo a seguir de millones de españoles que no toleran más las continuas ‘pifias’ de Sánchez y compañía.