Exigen más personal para reforzar los servicios…¡y un CETI!, pero en el puerto y no en plena ciudad
Muchos critican a cuartaedicion.com de racistas y demás gilipolleces por dejar claro que no queremos que vengan más pateras con inmigrantes ILEGALES. Es lógico. Cartagena no está preparada para abrir sus puertas a todo aquel que lo necesite. Pero lo que sí exigimos es que todo aquel que llegue sea tratado como un ser humano y no como un animal, que es lo que hacen curiosamente todos esos que supuestamente defienden a estos inmigrantes.
Dicho esto, vamos a explicar a continuación a nuestros queridos lectores cuál es la situación exacta de policías e inmigrantes respecto al tema de pateras en Cartagena.
La policía no aguanta más. La situación es caótica en comisaría. Falta personal y están completamente desbordados con las llegadas de las pateras.
Para que se hagan una idea, alrededor de diez policías son los encargados de custodiar a unos 50 inmigrantes. Lógicamente, son sobrepasados en número y ponen en serio peligro su seguridad. En fin, de eso hablaremos más adelante.
Tratados como animales
Cuando llegan los ocupantes de las pateras son trasladados al puerto de Santa Lucía, a una explanada a cuarenta grados o a un techado bajo una mugrienta carpa de publicidad de cerveza. Un desastre. Sus necesidades, en el muelle y que todo caiga al mar. Es así. No nos inventamos absolutamente nada.
Pero no se crean que los policías que los custodian están mucho mejor. Bajo una sombrilla de mala muerte echan horas y horas. No hay relevos porque no hay personal. Tampoco hay EPIs ni medidas de seguridad alguna con la llegada del coronavirus por alta mar.
Condiciones realmente lamentables. Las ‘maravillosas’ ONGs tardan siglos en llegar, eso si llegan, para luego hacer el paripé.
Pero no son los únicos que brillan por su ausencia. Responsables coordinadores de la policía tampoco aparecen.
Es más, sólo una vez el comisario Damián Romero hizo acto de presencia y fue para gritar a la policía. Una auténtica vergüenza.
Faltan dispositivos, diligencias, coordinación…con decirles que los nombramientos de los responsables con las llegadas de las pateras se hacen a dedo…falta preparación y llegan a sacarle los colores a más de uno.
Muchos intento de motines en los calabozos
Este periódico ya lo adelantó en su día, aunque muchos lo negaron e intentaron ocultarlo. Pero es así. Las condiciones son tan lamentables (para policías e inmigrantes) que se han producido varios altercados muy serios y se han vivido momentos más que tensos una vez que son trasladados a los calabozos de las dependencias de comisaría.
Y es que la policía, en lo que se refiere al tema de las pateras, está muy mal. Desidia, abandono, dejadez…son los adjetivos más usados por todos los miembros del cuerpo a los que se les ha preguntado.
Es más, Cartagena es la ciudad con más bajas psicológicas, dentro de la policía, de toda España. Por algo será.
Las relaciones con los propios compañeros son tensas porque la autoridad se lava las manos y la desorganización y caos es el pan de cada día.
Policía científica
Hace poco nos pusimos en contacto para este reportaje con un miembro de la policía científica desesperada por lo que se encuentra día a día en su puesto de trabajo con la llegada de pateras. Un miembro que nunca se ha quejado de nada y que siempre ha cumplido con sus obligaciones pero que ahora teme por su vida.
Nos contó su último caso, cuando tuvo que acudir al puerto para tomar las huellas a los inmigrantes recién llegados.
En un momento, se vio rodeada de ellos sin compañeros para protegerla y sin medidas de seguridad. Estaba totalmente desprotegida.
Sin EPI, sin los medios necesarios para trabajar, los folios utilizados para tomar las huellas se fueron al mar y tuvieron que ser los propios inmigrantes los que ayudaron a que el policía científico hiciese su trabajo.
“Porque eran buen gente, porque pudo pasar una desgracia”, señaló. A lo que añadió, “he tenido que hacer una minuta porque la situación es desesperante y un día va a pasar una desgracia”.
Sin marco legal, los inmigrantes se pueden ir cuando quieran
Los inmigrantes que llegan a Cartagena son puestos en libertad por la Delegación del Gobierno de manera sistemática. Quitando los positivos en coronavirus, que son puestos bajo custodia, los demás son libres de hacer lo que se les antoje.
Sin centros para instalarlos, son retenidos días y días de manera absurda, ya que al final son puestos en libertad. Viene la ONG de turno y los saca a pasear. Se van de ‘turismo’ veinte y la niñata de turno regresa con cinco. Y encima se sorprende…de risa.
En Cartagena no hay centro alguno para albergar a tanto inmigrante ilegal y al final campan a sus anchas. ¿Es necesario un CETI?
Para la policía sí es necesario un CETI, pero no en plena ciudad. Es necesario en puerto, como tiene Almería. Un sitio donde nada más llegar se les hagan las pruebas oportunas y no tengan que estar paseándose por toda la ciudad poniendo en riesgo la seguridad de la ciudadanía.
Se necesita un centro para acoger a tanto inmigrante sin poner en riesgo la salud de los demás. Se necesita un CETI, pero no en el Hospital Naval.
Hace años ya, La Tribuna de Cartagena publicó la llegada inminente de un CETI al Hospital Naval. Los listos de turno se burlaron de dicha noticia e hicieron el ridículo, una vez más.
“Claro que es verdad que estudiaron un CETI en el Naval. Pero la publicación en La Tribuna de Cartagena hizo que la ciudadanía hablase y tuvieron que pararlo. La opinión pública lo paralizó. La verdad es que era absurdo. Cartagena necesita un centro, pero en el puerto”, comentan fuentes de la policía.
Cartagena, desprotegida
La llegada día sí y día también de pateras a Cartagena hace que la policía tenga que centrar su trabajo en dichos inmigrantes ilegales, por lo que la Trimilenaria queda totalmente desprotegida.
Ojo, sólo un radio-patrulla funciona por la ciudad cuando llegan las pateras. El resto tiene que acudir a la llamada de turno. Cartagena se queda indefensa porque falta personal y coordinación.
Dos policías en el hospital Santa Lucía para nada
Ahora mismo hay dos policías en el hospital Santa Lucía custodiando al inmigrante que dio positivo y se quiso escapar. Pues bien, ¿qué ‘cojones’, con perdón, hacen allí? El hospital tiene seguridad privada. Ellos no pintan nada. Es más, si intentan escaparse, estos policías deberían tirar para el lado contrario para no contagiarse.
Repetimos, el hospital tiene seguridad privada y en definitiva están ahí porque son positivos, porque a la hora de la verdad…son LIBRES…
Para más inri, estos ‘valientes se encuentran situados en la zona donde se hacen las pruebas de PCR y sin protección alguna. De verdad, de risa.
¿Y todo por qué? Por el qué dirán. Al comisario le preocupa que le cueste el cargo cuando en realidad no es competencia de ellos y ha sido capaz de amenazar con despidos si se produce otra ‘fuga’ del hospital. LAMENTABLE.
Soluciones
La policía, los que patean las calles, no los saca-barrigas, están desquiciados. No aguantan la situación que se da en Cartagena cuando llega la época de las pateras (de junio a septiembre).
Por fin han hablado y lo han hecho con nosotros. Exigen servicios extras remunerados. Ojo, que esto es muy bueno. Exigen servicios extras remunerados por el trabajo con pateras porque en este sentido no lo tienen. Si hay servicios extras para renovar DNI, sí cobran el extra, pero para jugarse la vida con la llegada de pateras NO. Realmente patético.
Por otro lado, lógicamente exigen reforzar la plantilla con la llegada de la época de las pateras. Una comisión de servicios y la implicación de la Autoridad Portuaria, Delegación del Gobierno y Ayuntamiento para solucionar el problema de la inmigración.
Por último, un centro para tratar a la gente que llega. NO UN CETI EN CARTAGENA. Un lugar en el Puerto y así no poner en riesgo la salud de la ciudad.
¿Queda claro? Ahora es de esperar que estos ‘inútiles’, estos peces gordos que se apuntan las ‘medallitas’ y van de ‘progres’ hagan su trabajo y miren por el bienestar tanto de policías como inmigrantes. Que miren por la seguridad de todos en vez de tanto presumir de ‘Welcome Refugees’.
