Si el HSBC es a nivel mundial el más señalado, en España el Santander es el más perseguido por escándalos de todo tipo
El banco internacionalmente asociado con el ‘crimen’ podría considerarse el HSBC, de hecho medios como The Independent o la CBS lo han denominado el banco de los carteles y en Netflix pueden ustedes ver un documental de la serie “Dirty Money” (Dinero Sucio) dedicado al HSBC titulado “Cartel Bank” (El banco de los cárteles) en el que se cuenta como fue sancionado con una multa de 1.900 millones de dólares por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, en diciembre de 2012, por no controlar 670.000 millones de dólares en transferencias bancarias y por el blanqueo de capitales de cientos de millones de dólares de los carteles de la droga de México (Sinaloa) y Colombia (Norte del Valle) que han causado más de 100.000 muertes, secuestros y decapitaciones desde 2002 sólo en México. La sanción se produjo también por realizar negocios con países relacionados con el terrorismo como Irán, Libia, Sudán o Cuba. El HSBC, que desde sus comienzos ha mantenido vínculos con el comercio internacional de narcóticos, de hecho fue fundado por un comerciante británico de opio en 1865 al finalizar las guerras del opio en China; es conocido como el banco favorito de los narcos.
En España, probablemente, el banco más relacionado con actuaciones delictivas sería el Banco Santander, que, curiosamente, siempre ha tenido muy buena relación con el HSBC, de hecho el clan Botín ocultó 2.000 millones de euros, durante décadas, en cuentas del HSBC en Suiza. Como dice el dicho “Dios los cría y ellos se juntan…”.
Otro de los escándalos más sonados del Santander y la alta dirección del banco (Emilio Botín, Rodrigo Echenique, Ignacio Uclés) fue el del fraude fiscal y falsedad documental de las cesiones de crédito. En ambos casos, en los que fueron judicialmente acusados Emilio Botín y el resto de su clan familiar incluida Ana Patricia Botín, se libraron de la cárcel por resoluciones judiciales muy controvertidas y discutidas por los propios magistrados del Tribunal Supremo especialmente la conocida como “doctrina Botín”.
En la actualidad, está abierta una investigación en la Audiencia Nacional por blanqueo de capitales del clan Botín, derivada de la Lista Falciani en la que son investigados Ignacio Benjumea, que fuera secretario general del banco durante 20 años, y gran parte del departamento de prevención del blanqueo de capitales del Santander. En la investigación también aparecen implicados miembros de la BNP Paribas, entidad francesa, de la que fue presidente en España, casualmente, el actual consejero del Banco Santander, Ramiro Mato García-Ansorena, y en la que, junto con el HSBC, se habrían ocultado a la Hacienda española 2.000 millones de los Botín.
Más recientemente, podemos mencionar el caso del mayor fraude fiscal de Europa conocido como “caso dividendos cum/es” en el que se habrían defraudado más de 50.000 millones de euros y que está siendo investigado y juzgado principalmente en Alemania y en el que habría participado, según diferentes testigos, el Banco Santander a través de sus entidades en el Reino Unido.
También existen casos de blanqueo de capitales de mandatarios como Teodoro Obiang Ngema o Augusto Pinochet que tenían cuentas en el Santander con fondos de sospechosa procedencia.
Presuntos delitos societarios
Pero la relación del Santander con actuaciones delictivas no se reduce a los delitos fiscales y al blanqueo de capitales, sino que se extendería también a casos de presuntos delitos societarios, de administración desleal o estafas como las de la venta del banco italiano Antonveneta en el que la Justicia italiana pidió la declaración de Emilio Botín, o la de la estafa piramidal de Bernard Madoff de la que el Banco Santander, a través de su empresa Optimal, y la empresa M&B Capital Advisers del marido de Ana Patricia Botín, Guillermo Morenés, comercializaron más de 3.000 millones de dólares pese a disponer de varios informes de sus jefes de riesgos (CRO) de Londres, Karine Paganini-Courvoisier y Rajiv Jaitly, que les advertían de que se estaba colocando a sus clientes una estafa piramidal. Pese a ello siguieron comercializando los productos de la estafa, e incluso la actual presidenta del Santander, Ana Patricia Botín, llegó a visitar, acompañada de su marido, a Bernie Madoff en dos ocasiones en sus oficinas del Lipstick Building de Nueva York y defendió al gestor estrella del fondo del Santander Optimal, Manuel Echeverría, en el comité ejecutivo del banco, pero a eso le dedicaremos más tiempo en otro artículo.
Posibles delitos de información privilegiada y en conflicto de interés también se producen muy a menudo en el Santander, ya que el clan Botín y sus altos directivos aprovechan la información obtenida a través del banco para hacer negocios a su costa (ya habrá tiempo para referirnos a esos “pelotazos” o “negocietes” paralelos de los directivos del banco en otro artículo). Uno de ellos fue el del “caso Antibióticos” en el que los hermanos Botín, Emilio y Jaime, se aprovecharon de la información de la operación que les plantearon Mario Conde y Juan Abelló para obtener una participación en el negocio del 33%, que les reportó más de 60 millones de euros cuando las garantías las prestaba el banco y no los hermanos Botín. Los pormenores de la operación fueron contados por el propio Mario Conde en su libro “Los días de gloria” (págs. 158 y ss).
Otros delitos societarios o de administración desleal serían los de las indemnizaciones de Amusáteguí y Corcóstegui que recibieron cantidades multimillonarias por dejar el Santander en manos de Emilio Botín para que este hiciese sus “negocietes” con plena libertad a costa del banco y sus incautos accionistas. Por ello Corcóstegui percibió más de 100 millones para que con poco más de 50 años abandonase el banco, por su parte Amusátegui cobró 46 millones de euros iniciales y cobra anualmente, desde 2002, más 7 millones adicionales, sin que los accionistas se enteren de nada. Botín, Amusátegui y Corcostegui fueron absueltos después de un rocambolesco proceso judicial, en el que intentó “meter la cuchara” el entonces magistrado de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez, hoy abogado de Jaime Botín con poco éxito, que se resolvió con una sentencia de un magistrado cuyo hijo, posteriormente, pasaría a trabajar para la empresa Altamar Capital Partners, vinculada con Rodrigo Echenique Sanjurjo, uno de los hijos de Rodrigo Echenique, consejero delegado del Santander de 1988 a 1994 y ha seguido en la entidad hasta este mes de diciembre en el que abandonará el consejo de administración y que ha estado involucrado en los grandes escándalos de la entidad como las cesiones de crédito y el asalto al Banco Popular y se ha hecho multimillonario a costa del Banco Santander.
Ejemplos de más posibles delitos societarios y de administración desleal podemos poner el de la finca de Mijas de la empresa Inversión Hogar. En dicho caso, los miembros de la comisión ejecutiva del banco se hicieron con una finca de 480.000 m2 por 450.000 euros cuando su valor superaba los 50 millones de euros. Esa operación es sólo un ejemplo de las que los directivos del Santander realizan con relativa asiduidad al saber de inmuebles en ejecuciones y procedimientos concursales de los que se apropian “gratis et amore” o por un precio simbólico y, posteriormente, venden con pingües beneficios o explotan a través de sociedades pantalla.
También se pueden citar negocios que han producido a la entidad unas pérdidas astronómicas como sería la compra del banco asiático Peregrine Securities, en el que se empeñó Ana Patricia Botín en su afán por hacer experimentos jugando al monopoly pero con la “pólvora del rey”, es decir el dinero de los accionistas del Santander.
También, entre la surtida panoplia de crímenes relacionados con el Santander, tienen su acomodo las estafas inmobiliarias, entre las que se podría mencionar la presuntamente cometida en la compra de los terrenos sobre los que se construyó la ciudad financiara del Santander, en Boadilla del Monte. El Santander compró los terrenos a precio de rústico haciendo creer a los vendedores, con la colaboración de un arquitecto vinculado con el ayuntamiento, que los mismos no se iban a recalificar, terrenos que fueron posteriormente recalificados por el Ayuntamiento de Boadilla para la construcción de la ciudad del Santander conocida también como “la ciudad sin ley”.
Entre todas estas presuntas actuaciones delictivas del Banco Santander, sus directivos y el clan Botín podemos mencionar también la adquisición de Banesto, respecto de la cual Rafael Pérez Escolar interpuso una querella por innumerables delitos que sería archivada por el juez “estrella”, Baltasar Garzón. Sospechoso archivo que se produciría, curiosamente, después de que el Banco Santander “patrocinara” unos cursos del juez inhabilitado, tras la conocida carta en la que se dirigía a Emilio Botín como “Querido Emilio”.
No podemos olvidarnos del “caso Harry Walker” en el que sería condenado Alfredo Saenz Abad, presidente de Banesto y consejero delegado del Santander, y el abogado Rafael Jiménez de Parga (hermano del que fuera presidente del TC), por denuncia falsa en la que se coaccionó a Pedro Olabarría Delclaux y otros empresarios, metiéndoles en la cárcel sin motivo, para que garantizasen personalmente unas operaciones bancarias.
Actualmente, se encuentra en instrucción en la Audiencia Nacional la operación de asalto al Banco Popular en la que la intervención de los directivos del Banco Santander se va aclarando conforme avanza la investigación por el magistrado Calama Texeira y después de las declaraciones de Rodrigo Echenique y Ana Patricia Botín, que, al parecer según ha publicado algún medio, podría haber cometido falso testimonio.
También existen otras actuaciones que han sido resueltas con acciones civiles pero que podrían tener tintes delictivos como las del fondo Banif Inmobiliario o los valores Santander.
Narcotráfico
Pero la familia Botín no se priva de nada y tampoco de la comisión de delitos de contrabando de obras de arte, como por el que ha sido recientemente condenado Jaime Botín a 3 años de cárcel y al pago de más de 90 millones de euros.
Pero los más graves serían los que relacionarían a Emilio Botín y a su hija Ana Patricia Botín con el narcotráfico. A este respecto, ya en la década de los 90, Emilio Botín fue denunciado por Jacques Hachuel en los tribunales de Nueva York por narcotráfico, acusación de la que saldría bien librado, al parecer, por las influencias de los hermanos Mas Canosa, cubanos afincados en Miami, a los que también se ha relacionado con el narcotráfico, y que disponían de infinidad de influencias en diferentes estamentos estatales de los Estados Unidos derivados de su colaboración contra el dictador cubano Fidel Castro.
En relación con esos supuestos vínculos con el mundo de las drogas podemos recordar el suceso de la avioneta que se estrelló en la localidad manchega de Luciana en abril de 2008, cargada de 270 kilos de drogas en la pista de aterrizaje de la finca “El Castaño” de Emilio Botín, colindante de la finca “Santa María” de Ana Patricia Botín.
Hemos dejado para el final el presunto asesinato de Emilio Botín que, según la denuncia y querella que se presentaron en la Fiscalía Especial contra la Corrupción y, posteriormente, en la Audiencia Nacional, se habría cometido, al parecer, por indicación de Ana Patricia Botín para hacerse con la presidencia del banco e impedir que su padre se divorciase de su madre Paloma O´Shea y se casase con su amante, María Sánchez del Corral, con las consecuencias que ello hubiese producido en la economía del clan familiar y en el reparto de poder e influencias en el banco. El clan, capitaneado por Ana Patricia Botín y su madre, escenifico el “paripé” de que había fallecido en su cama de la casa de Somosaguas en la que no vivía desde hacía años. En varias entrevistas concedidas por Ana Patricia Botín, como la del programa de Jesús Calleja o la de María Bartiromo en Fox News, se ha puesto de manifiesto el rencor evidente de la actual presidenta del Santander hacía su padre, que da más credibilidad a los hechos denunciados.
Este artículo es sólo para que ustedes vayan abriendo boca, ya que de todos estos crímenes y otros presuntamente cometidos por el clan Botín y los directivos del Santander y que no son conocidos les iremos informando en diferentes artículos que iremos publicando en esta sección que hemos llamado “Santander, banco del crimen”.