Concretamente a Webo, ex futbolista de la liga española que actualmente es asistente técnico del equipo turco
A este paso no se va a poder ni decir hola. No obstante, el comentario del cuarto árbitro deja mucho que desear.
El partido de Champions entre PSG y Basaksehir de la sexta jornada quedó suspendido a los veinte minutos de juego porque el cuarto árbitro llamó “chico negro” a un jugador del equipo turco.
Todo comenzó tras una falta a favor del equipo francés muy cuestionada por los visitantes. En dicha protesta, un asistente técnico del equipo turco levantó la voz ‘demasiado’ y el cuarto árbitro llamó al colegiado principal para comunicárselo.
Sebastian Coltescu, rumano, comunicó al árbitro “ese chico negro ha sido …” dichas palabras fueron escuchadas claramente por todos los allí presentes, y captadas por las cámaras de televisión, y se armó el revuelo.
Fueron minutos tensos donde ambos equipos recriminaron tales supuestas palabras racistas al cuarto colegiado, que se defendió diciendo que “para nada iban en tono racista. En mi país se dice así y no es ofensivo”.
La defensa del árbitro rumano no convenció a Webo, asistente del Basaksehir y ex jugador de la liga española, protagonista del fatal desenlace. Tampoco a sus compañeros y varios rivales del equipo contrario, por lo que ambos conjuntos dieron por concluido el choque y se dirigieron a los vestuarios.
Fue entonces cuando la UEFA tomó cartas en el asunto intentando calmar los ánimos y tras una reunión con los máximos responsables de ambos equipos se decidió reanudar el partido a las 22:00 horas.
El PSG hizo acto de presencia a la hora establecida, pero no así el equipo turco, que tenía claro que no quería jugar con ese árbitro en el partido, ni dirigiendo el VAR, como se había planteado desde la UEFA.
“A un jugador blanco no se dirige así. Ha sido un insulto racista y no se puede permitir”, condenaron varios jugadores.
Ahora habrá que esperar a ver qué decisión toma la UEFA ante un hecho tan delicado en los tiempos que corren. Puede ser sancionado el cuarto árbitro por sus palabras, pero también el Basaksehir por abandonar el terreno de juego.
Partiendo de la base de que las palabras de Sebastian Coltescu fueron muy desafortunadas, es curioso ver hoy en día en el fútbol como los jugadores abandonan un partido nada más escuchar la palabra ‘negro’, pero puedes cagarte en sus muertos y en su santa madre que les entra por un oído y les sale por otro.