¿Acabarán los cuadros de Villar Mir en manos de los Botín?
Alfredo Sáenz Abad, ex presidente de Banesto y ex consejero delegado del Santander, en una entrevista en Actualidad Económica decía que “para ser banquero hay que tener instinto criminal”.
Tal vez por eso “Freddie” o “el batracio”, como es conocido, fue condenado por denuncia falsa (caso Harry Walker); se libro de otras condenas derivadas de su actuación profesional, por ejemplo por fraude fiscal; traicionó a su banco, el BBV, pasándose al enemigo, Santander, para hacerse con Banesto de manera gratuita ejecutando el mayor fraude bancario y malversación de fondos públicos de la historia española (del que nos ocuparemos en mejor ocasión); enchufó a sus hijos, Alfredo y Gonzalo, en el Santander y Cepsa respectivamente y es miembro del consejo asesor de Firmun Capital, la gestora de capital riesgo que Juan Abelló le montó a su hijo Cristian, que se ha adjudicado algún bien proveniente de Quasar la sociedad que crearon el Santander y Blackstone a costa del patrimonio inmobiliario del Popular, el enésimo fraude bancario protagonizado por el instinto criminal de los banqueros del Santander.
Al clan Botín se le ha relacionado con múltiples escándalos por actividades criminales: desde el fraude fiscal (casos cesiones de crédito y cuentas en el HSBC de Suiza), pasando por la estafa piramidal (caso Madoff), la administración desleal (caso finca de Mijas, etc.) el contrabando (caso Picasso), el blanqueo de capitales (caso de la lista Falciani) o el narcotráfico y acabando con el asesinato del patriarca del clan Emilio Botín, entre otros.
Pero hoy vamos a referirnos a la relación de generaciones del clan Botín y el arte que transcurre desde la falsa auto atribución del descubrimiento de las pinturas rupestres de las cuevas de Altamira hasta la condena por contrabando de un Picasso pasando por la compra de obras de arte íbero presuntamente expoliadas al patrimonio español.
La peculiar relación de los Botín con el arte y la cultura podría remontarse en sus inicios a 1879 cuando Marcelino Sanz de Sautuola, tatarabuelo de Ana Patricia Botín, se atribuye el descubrimiento de las cuevas de Altamira, ocultando que fue Modesto Cubillas Pérez, su aparcero, el que descubrió en 1868 las cuevas de las famosas pinturas rupestres mientras cazaba con su perro.
Los Botín se han atribuido falsamente el descubrimiento, y su afán de protagonismo les llevó a producir una película “Altamira”, estrenada en 2016 con tremendo fiasco de taquilla y crítica que la llegó a tildar de “publirreportaje cinematográfico” o “largometraje publicitario”, y todo ello pese a no haber reparado en gastos y contratar como protagonista nada más y nada menos que a Antonio Banderas o contar con la participación de la estrella inglesa Rupert Everett.
‘Adquisición’ de El Greco
También se cuenta la historia sobre la “adquisición” del cuadro de El Greco La Adoración de los pastores (s. XVI) que fue adquirido por el abuelo de Ana Patricia Botín, Emilio Botín Sanz de Sautuola López, a precio de saldo a las monjitas del Hospital de la Caridad de Illescas. Dicha compra se realizó a precio de auténtica ganga por unos míseros 6.000€ convenciendo a las monjitas con un maletín repleto de nuevecitos billetes verdes de mil de las antiguas pesetas.
Por su parte, Emilio Botín Sanz de Sautuola García de los Ríos, difunto padre de la actual presidenta al cual habría ordenado eliminar según querella criminal presentada ante la Justicia, era aficionado a la caza y al golf, siendo pública su total falta de interés por la cultura y el arte y conocidos los desprecios de su padre hacia él llamándole asno que se hicieron públicos por Rafael Pérez Escolar en las páginas 117 a 119 de sus Memorias publicadas por Foca Ediciones. Otras fuentes cuentan haber presenciado burlas y chascarrillos de Emilio Botín hacia su esposa, Paloma O´Shea Artiñano, pidiéndole en público que tocase al piano boleros y no aburridas piezas clásicas.
Paloma O´Shea, al contrario que su esposo, con el que a su muerte llevaba años sin hacer vida marital pese a haberse difundido el infundio de que murió en la cama en el domicilio conyugal de Somosaguas; es persona distinguida, con clase y refinada con interés por las artes y especialmente por la música a la que es gran aficionada; siendo presidenta de la Fundación Albéniz, a la que, según fuentes del sector, cargaba el alquiler de pianos para actos personales.
La madre de la actual presidenta del Santander es también miembro del comité asesor internacional del Festival de música de Lucerna en el que coincidía con el abogado de Liechtenstein Herbert Batliner, patrono del festival. Éste, fallecido en 2019, y su hermano Heinz, presidente del VP BANK, han sido reiteradamente acusados de ser testaferros de los Botín, de narcotraficantes como el tristemente famoso Pablo Escobar o el ecuatoriano Jorge Hugo Reyes Torres, dictadores como el congoleño Mobutu o el filipino Ferdinand Marcos gran coleccionista de pintura. Los hermanos Batliner estarían relacionados con el fraude de la venta de la finca de Mijas, de la que se habrían apropiado los Botín y miembros del comité ejecutivo del Santander a través de testaferros como Heinz Batliner, por 450.000€ cuando su valor superaría los 50 millones de euros. Otro ejemplo del instinto criminal de los banqueros y especialmente de los Botín.
Herbert Batliner, era un gran aficionado a la pintura y propietario de la mayor colección privada de pintura de Europa. Afición compartida también por Jaime Botín Sanz de Sautuola García de los Ríos, hermano de Emilio y tío de Ana Patricia Botín, expresidente de Bankinter y ex vicepresidente del Santander. La relación de Jaime Botín con el arte es infinitamente mayor que la nula de su hermano Emilio.
Jaime Botín fue condenado, en sentencia de enero de 2020, por el Juzgado de lo Penal nº 27 de Madrid por contrabando del Picasso Cabeza de mujer joven, a tres años de cárcel y al pago de una multa de 91,7 millones de euros por sacar el cuadro de España contraviniendo la prohibición de Patrimonio. Dicha sentencia fue ratificada por sentencia 398/20 de la Audiencia Provincial de Madrid de septiembre de 2020.
Otro caso conocido contra el Patrimonio histórico artístico español es en el que se ha visto involucrada Paloma Botín, hermana de Ana Patricia, y su marido Ricardo Gómez-Acebo Calparsoro, por la compra de una escultura ibérica del siglo VI antes de Cristo de una leona presuntamente expoliada de un yacimiento íbero en Córdoba perteneciente al Patrimonio Histórico Nacional. El caso guarda relación con la “operación Leona” llevada a cabo desde 2017 por la Brigada de Patrimonio de la Policía Nacional.
Millón y medio de euros por una escultura íbera
Los datos que fueron desvelados de la operación por el Juzgado de Instrucción nº 24 de Barcelona, mantendrían que Paloma Botín adquirió, por un importe cercano al 1,5 millones de euros, la escultura íbera, que podría haber sido expoliada al Patrimonio Nacional, a unos anticuarios barceloneses.
Paloma Botín es licenciada en Historia del Arte por el Wellesley College, Massachusetts (1985), coordinadora de la primera subasta de Arte Contemporáneo Soviético de Sotheby’s en Moscú (1988), voluntaria y asesora en la fundación IFAR, International Foundation for Art Research (Fundación Internacional para la Investigación del Arte) de Nueva York (1990-92), directora del Departamento de Arte para Nordstern Fine Art Insurance y Axa Art (1992-93). La hermana de Ana Patricia Botín es fundadora y propietaria de Es Arte Deleitosa SL, empresa especializada en asesoría y seguros de arte, miembro del Consejo Internacional del Museum of Modern Art (MOMA) de Nueva York (desde 2004), forma parte del Patronato del Museum for African Art de Nueva York (desde 2009) así como del Consejo Asesor Global, Babson College, Wellesley (Massachusetts EE.UU), realizó el Works of Art Course de Sotheby’s en Londres (1985-1986) y es vocal de la Fundación Botín.
Muchos piensan que con el curriculum y amistades en el mundo del arte de Paloma Botín y los conocimientos y experiencia empresarial de su esposo, miembro de Banesto y del Santander, es muy difícil que pudieran ser engañados por los vendedores y que no es descartable pensar que la hermana de la presidenta del Santander y su esposo conociesen que el origen de las obras no era lícito y que, posiblemente, pudiesen conocer que las mismas eran fruto de algún expolio, motivo por el que podrían haber intentado cubrirse las espaldas en la compra con la aportación de aparentes facturas e informes sobre supuestas restauraciones y análisis químicos.
Más recientemente, se ha conocido que Juan Miguel Villar Mir, exministro de Hacienda (1975-76), presidente de OHL y exconsejero del Santander, involucrado en escándalos de corrupción en México y España; se ha visto obligado a entregar al Banco Santander diferentes cuadros de Rubens, Goya, Zurbarán, Murillo o Sorolla para el pago de unas deudas con el banco.
Conociendo los “negocietes” que el clan Botín lleva haciendo desde hace 70 años aprovechándose del Santander quedándose bienes del banco por precio irrisorio, muchos se preguntan si los cuadros entregados por Villar Mir acabaran en manos del clan Botín por un precio irrisorio como La Adoración de los Pastores de El Greco o como la finca de Mijas.