Se gastó cien euros en la dichosa prueba y nadie se la exigió a su vuelta a Las Islas
Una falta de responsabilidad por parte del Gobierno o una tomadura de pelo en toda regla. Decidan ustedes.
L.R., la protagonista de esta historia, ha querido hacer público lo que ha vivido recientemente para demostrar el auténtico descontrol que hay, al menos en Tenerife, a la hora de controlar a la gente que aterriza en tierras insulares.
Esta mujer, con residencia en las Islas Canarias, tuvo que partir a la Península por motivos de trabajo. Sale con un salvoconducto y es informada que a su regreso tiene que presentar la prueba PCR hecha y siendo negativa.
Bien, hasta aquí normal. Absurdo pero normal con esta nueva normalidad impuesta por este Gobierno que demuestra una vez más su ineptitud. El problema, muy serio, viene ahora:
L.R. se hace la prueba PCR para regresar a su tierra. Se la hace por privado, desembolsando cien euros y por suerte da negativo.
Toma el vuelo de regreso con el papelito que ha costado cien euros en la mano para nada más aterrizar presentarlo a las autoridades pertinentes. Pero…¿dónde están?
Cuando esta mujer aterriza en el aeropuerto de Tenerife Norte no se encuentra con ningún policía. No se encuentra con nadie que le exija el papelito. ¿Y si esta mujer es positivo en coronavirus?
Un auténtico descontrol o una tomadura de pelo en toda regla. “Presidente, dice que los contagios han subido…¿dónde están los controles? Están jugando con todos los ciudadanos. Esto ya rebasa el desgobierno actual. Lo que me he hecho no ha servido para nada. Se están riendo de todos los españoles”, afirmó en las redes sociales.
Exige la cabeza del responsable
L.R. tiene claro que lo que le ha ocurrido no puede quedar como una injusticia más en las redes sociales. Exige responsabilidad y por ello va a presentar un escrito ante el gobierno autonómico y ante Sanidad, como responsables de esta falta de control absoluto.
Si ésto ha ocurrido con un simple vuelo donde no iban muchas personas, imagínense lo que tuvo que ser Las Islas con el tema de la llegada de pateras. Un auténtico desfase donde el supuesto coronavirus se tuvo que frotar las manos.
Bueno, alguien más se está frotando las manos la verdad, ya que menudo negocio el pagar cien euros por una prueba para que te dejen entrar en tu ciudad…y encima luego no hay nadie que te la pide.
Cosas así de vergonzosas sólo ocurren en España. Disfruten, para variar, de lo votado.