Artículo de opinión de Carlos León Roch
Esa es la terminación de un párrafo final del bello himno de la Escuela Naval Militar…
Y sí, Trafalgar es el nombre de una amplia y bella calle de Cartagena. Conmemora aquella gran batalla naval, aquella gran derrota frente a la flota inglesa… en 1805. Y sí, conmemora una gran y heroica derrota. En Londres , esa batalla, esa gran victoria de ellos también la conmemoran en una preciosa e inmensa plaza, con el emblemático almirante Nelson presidiéndola…
En Cartagena tenemos otra inmensa y preciosa plaza, la de los ”Héroes de Cavite y Santiago de Cuba”, con la que conmemoramos no una sino dos grandes derrotas frente a los usacos, en 1898. Con esas terribles derrotas perdimos los grandes restos de un inmenso imperio: Cuba y Filipinas; ambos a miles de millas de la metrópoli…
Somos muy aficionados a conmemorar las derrotas…Conmemoramos a Aníbal y Asdrúbal, derrotados por Roma; y al Cantón, derrotado por los Centralistas; Trafalgar; Cavite; Santiago de Cuba; Los héroes de Baler (“los últimos de Filipinas”). Todo con preciosas calles y monumentos emblemáticos… O de derrotados héroes como el cartagenero almirante Escaño, otro héroe derrotado en Trafalgar…
Nuestras victorias apenas son recordadas den Cartagena con calles periféricas, como las calles de Lepanto o de Bailén, pese a tratarse de trascendentales victorias por tierra y por mar.
Pero con calles o sin ellas; con derrotas o con victorias, todos paseamos con nuestros invitados por la plaza de los “Héroes de Cavite y Santiago de Cuba”, con casi cien años desde que fue inaugurado por Alfonso XIII , con la presencia del jefe de gobierno Primo de Rivera, el embajador USA y nuestro alcalde Alfonso Torres. Hay un precioso documental de Castelló, en los comienzos del cine, que lo recoge con todo detalle.
El magnífico monumento ha sido reformado en varias ocasiones, conservando su esencia; cuidado y mantenido por Obras del Puerto (ahora Autoridad Portuaria). En él hay varias placas de mármol descoloridas, ya ilegibles, con los nombres de aquellos héroes, de aquella batalla. Y- también ya ilegible un bello soneto:
“Patria, pon a este mármol por cimera
Guirnaldas de laurel, hojas de acanto
Engarza las perlas de tu llanto
Úngelo con la luz de tu bandera
Ya ves que no se extingue la progenie
Fuera del árabe terror, del turco
espanto…
del heroísmo que brilló en Lepanto
no se agota el filón de tu cantera
Por defender tu nombre Patria amada
Gloriosa sucumbió nuestra Marina
Y al honrar justiciera su memoria se
Yergue orgullosa de su gloria
Las sombras
De Churruca y de Gravina”
Estoy seguro que cuando la Autoridad Portuaria perciba esos pequeños desperfectos, les pondrá remedio. Todos alabamos su intachable cuidado del entorno.