Uno de los afectados presentó fractura de pómulo y graves heridas en un ojo
Esta vez ha sido en la cárcel de Picassent (Valencia). Ya perdemos la cuenta de los funcionarios que han sido agredidos en los últimos meses en prisiones de España.
Este último suceso ocurrió ayer en el Centro Penitenciario Antonio Asunción Hernández en la unidad que aloja a los presos más conflictivos. Ojo, en esta unidad ya se han producido varios altercados con funcionarios agredidos.
En este caso, un preso estaba hablando con su mujer por teléfono y el funcionario de guardia se percató de que estaba usando un tono demasiado agresivo con su pareja. Insultos, amenazas y de muerte y demás.
Por todo ello, el trabajador le llamó la atención al tiempo que le señalaba que terminase la conversación.
La respuesta del agresor fue contundente. Golpeó con el teléfono en el antebrazo al funcionario. Éste llamó a los jefes de servicio para controlar y separar al individuo, que la emprendió a golpes con todos ellos.
El resultado fue cuatro funcionarios con diversas heridas de consideración que necesitaron de asistencia médica. Uno de ellos presentó fractura en un pómulo y graves heridas en un ojo. Otro sufrió la pérdida de una pieza dental.
También presentó diversas heridas y hematomas una funcionaria. Repetimos, todos los agredidos necesitaron de atención médica. Este preso ya protagonizó hechos similares en antaño y las amenazas de muerte a su mujer cuando hablan por teléfono son habituales.
Otro incidente ¿aislado? en los centros penitenciarios de España. Seguramente no. Y los funcionarios de prisiones ya están hartos de denunciarlo día sí día también. Exigen más medios y efectivos, pero desde el Gobierno hacen oídos sordos.