Varias denuncias falsas por violencia de género, delito de sustracción de menor…y la madre padece una enfermedad mental, pero continúa ‘desaparecida’ con la niña con el consentimiento de los ‘poderosos’
¿Se acuerdan del caso Olivia? Pues aquí tenemos un caso, en Cartagena, de un secuestro parental. De momento, no hay mayores desgracias de las que informar, pero la Justicia no está ayudando a que este proceso se resuelva mirando únicamente por los derechos de la menor.
De momento, no vamos a dar nombres ni iniciales, pero queremos que nuestros lectores conozcan este caso, con pruebas documentadas que tenemos a buen recaudo, de cómo se las gastan las feministas y sus leyes de hoy en día, donde ponen en serio riesgo la integridad física de los menores, los únicos perjudicados de los intereses de estos chiringuitos que se han puesto de moda donde el hombre tiene todas las de perder.
El pasado 25 de julio, en Cartagena, una mujer simuló un delito de violencia de género contra un hombre, por lo que tuvo que presentar una denuncia falsa ante la Policía Nacional. NO es la primera denuncia falsa que había presentado, pero sí fue la primera por la que se abrieron diligencias posteriormente archivadas con todos los pronunciamientos favorables para el falsamente denunciado.
Ese 25 de julio, este hombre, extranjero, y es importante destacarlo por lo que más adelante contaremos, fue detenido, privado de libertad durante 16 horas y puesto en libertad tras comprobar la juez de violencia, gracias a un vídeo, que este hombre era inocente de todo. Es más, la agresora fue la mujer, pero fue el hombre el que acabó detenido y ella de rositas. La causa fue archivada y esta víctima, conocedor de la ley española, hubo de renunciar incluso a la legítima defensa mientras sufría el maltrato.
Esta simulación de delito estaba más que pactada por la mujer con su entorno ‘feminista’ para llevarse a la menor y privar al hombre de su libertad y poder actuar así ante la sustracción de su niña.
La mujer queda impune pese a la denuncia falsa y el juzgado la respalda
La mentira había sido descubierta, pero eso importó bien poco, ya que el juzgado emitió una orden a la policía para que acompañase a la falsa denunciante a recoger sus cosas al domicilio familiar.
Ojo, porque dicha autorización no le permitía llevarse bienes de su pareja…y tampoco a la niña.
A pesar de ello, el 27 de julio esta mujer accedió al domicilio familiar y, en presencia de la policía, se llevó una maleta grande con ropa de la niña, según recoge la denuncia presentada por este hombre .
Ese mismo día, esta persona se trasladó con la menor de la vivienda habitual. Estuvo 48 horas sin dar señales de vida. No formuló compromiso de devolución inmediata…Este hombre lleva desde el 25 de julio sin ver a su niña…
Delito de sustracción de menor
Estos hechos están penados por el art. 225 del Código Penal bajo el epígrafe SECUESTRO PARENTAL. Se trata de un delito de sustracción de menor, penado con hasta cuatro años de cárcel, entendiendo por sustracción el traslado del mismo de su lugar de residencia si consentimiento del progenitor con quien convivía habitualmente.
Al margen de ello, esta mujer (hay pruebas documentadas) padece una grave enfermedad mental que la lleva a tomar una fuerte medicación. Sufre delirios que la llevan a creer que sufre posesión satánica, hasta el punto de haberse sometido a un ritual de exorcismo (también hay testigos y pruebas de ello). Hay grabaciones de voz donde dicha mujer, que ha ‘secuestrado’ a la niña, en las que afirma “ver almas en el infierno” y “escuchar voces”, según recoge la denuncia presentada por el padre de la menor.
Tiene que quedar bien claro que toda esta información ha sido aportada por el padre de la niña, el hombre que lleva sin ver a su hija menor desde el pasado 25 de julio. Este artículo se ha configurado con toda la documentación aportada por esta persona.
Repetimos, más adelante pondremos nombre y cara, pero, de momento, por el bien del caso y de la niña, sólo podemos informar sin señalar a nadie ni dar más detalles en cuestión.
No obstante, queríamos que nuestros lectores conociesen este caso para que vean la situación de desesperación que puede vivir un hombre hoy en día si quiere luchar por su hija. No sólo tiene que pelear contra la pareja, también contra la Justicia de este país…e incluso ciertas autoridades…
Sí, contra ciertas autoridades que, sorprendentemente, todavía son capaces de juzgar a un hombre…por el simple hecho de ser varón…e incluso extranjero…
Pero de ello hablaremos en el siguiente artículo (seguramente el próximo viernes), ya que este caso tiene que dar mucho que hablar.